Si hay que adentrarse en los secretos de un laboratorio mejor hacerlo de la mano de Javier Sánchez, uno de los microbiólogos del hospital Can Misses, que ayer hizo de cicerone para los alumnos de la asignatura de Técnicas experimentales de primero de bachillerato del Quartó de Portmany. «Los microbiólogos somos cazadores, como en Memorias de África», aseguró, aunque admitió que sus ´bichos´ viven en fluidos y tejidos tan poco románticos como esputos, heces, sangre, mocos, pelos y uñas.

Consciente de la popularidad de muchas series de televisión que se desarrollan en entornos médicos, Sánchez no dudó en echar mano de ´House´, ´Anatomía de Grey´ u ´Hospital Central´ para enganchar la atención de los chavales. «Todo lo que se ve en las series pasa de verdad, y decir eso es la mejor forma de provocar vocaciones, con todos esos líos que se ven», bromeó. En su tarea de divertida evangelización médica, Sánchez puntualizó que los MIR (médico interno residente) «ganan dinero desde el primer año» y que trabajar en Can Misses «es divertido porque no deja de ser la empresa más grande de Ibiza, con unos mil empleados». Uno de los alumnos se interesó por los estudios que hay que seguir para trabajar en microbiología. «Se puede acceder desde medicina, biología, química o farmacia», explicó el médico, que no dudó en asegurar que es una de las especialidades más dinámicas.

Otra profesional del laboratorio clínico, Dolors Balcells, subrayó, por su parte, que la mecanización del trabajo del laboratorio permite completar al año 2,5 millones de analíticas de todo tipo. Sánchez explicó que una parte de estos análisis «son de bioquímica clínica, que analizan lo que el paciente tiene en sangre y descubren, por ejemplo, que marca 400 mg/dl de colesterol porque se ha puesto fino de sobrasada». Otra rama es la anatomía patológica «que está relacionada con los forenses y que aparece en series como CSI». La hematología, que trata todas las células sanguíneas, y la microbiología, que aborda la relación entre dos seres vivos: el enfermo y el microbio, completan los tipos de análisis.

Los alumnos pudieron comprobar cómo enormes máquinas separan y analizan las muestras, aunque todavía hay trabajos manuales como el cultivo de bacterias en placas petri «donde se les da de comer y se reproducen». «En este recipiente puede haber 100.000 millones de seres vivos, más que en todo el universo conocido», aseguró Sánchez mostrando un cultivo. Los alumnos recorrieron también el laboratorio de Urgencias, «en el que siempre hay alguien, las 24 horas», y curiosearon en el banco de sangre.

Sánchez cuajó la presentación con datos interesantes como la llamada ´teoría de la higiene´, que relaciona enfermedades que atacan el propio sistema inmune del hombre como la esclerosis múltiple con el exceso de limpieza y que los niños no estén expuestos a bacterias para reforzar sus defensas. «Los servicios de pediatría del futuro tendrán pocilgas para que los niños se ensucien. Estamos llenos de microbios pero son necesarios porque, si desaparecen, hacen su entrada otros más peligrosos», explicó el médico.