El ´Alcyone´, diseñado por el mítico investigador francés Jacques Cousteau, amarró ayer en el puerto de la Savina para completar una serie televisiva de National Geographic Channel, coordinada por el biólogo marino Enric Sala. El barco, de 32 metros de eslora, es único en el mundo y se distingue por sus dos mástiles que funcionan como turbo velas para ahorrar hasta el 30 por ciento del combustible que necesita para navegar a una velocidad de crucero de 10 nudos.

A bordo viaja una tripulación francesa con Pierre-Yves Cousteau que impulsa la expedición a través de la fundación que creó su padre. El objetivo de este viaje, que comenzó en Marsella hace dos semanas y que concluirá en Barcelona el 1 de julio, es el de grabar los fondos marinos que Jacques Cousteau investigó hace 46 años. Este naturalista del mar estuvo en Formentera durante dos meses en 1964 y recogió datos sobre la situación del Mediterráneo a bordo del ´Calipso´. Ahora, de la mano de National Geographic, se repite la experiencia con la intención de comparar la situación actual con la de entonces.

Nada más pisar tierra, la expedición improvisó una rueda de prensa en la que el director del proyecto, Enric Sala, dejó bien claro que «la contaminación y la sobrepesca» son los principales problemas que sufre hoy el Mediterráneo. El equipo de buzos y científicos de National Geographic recogerá imágenes submarinas durante los próximos tres días para demostrar visualmente el deterioro que sufre el Mare Nostrum y, en este caso, las aguas de las Pitiusas. El trabajo se centra en estudiar las reservas marinas, por eso antes de llegar a Formentera pasaron las islas Medas y en los próximos días se centrarán en bucear en aguas de la Reserva marina de es Freus, concretamente el entorno del islote de s´Espardell.

Enric Sala fue rotundo a la hora de analizar la función de las instituciones públicas en la defensa y conservación del medio marino: «En general las administraciones no tienen ni idea de lo que pasa debajo del mar y están haciendo poquísimo por su conservación. En España sólo el uno por ciento de las aguas están protegidas y en el Mediterráneo es el 0,01 por ciento. También es cierto que hay administraciones, como la balear, que son pioneras y hacen grandes esfuerzos para crear reservas marinas».

Corazón que no siente

El biólogo coordinador de la expedición señaló que no existe «sensibilidad popular» para preservar los recursos marinos lo que resumió con el refrán: «Ojos que no ven corazón que no siente». Enric Sala manifestó que actualmente los representantes políticos no actúan de forma decidida para frenar el deterioro de la riqueza del mar: «Hoy no existe una demanda popular en ese sentido y todos sabemos que la primera ley de la política es ser reelegido».

Sala recordó que, hace años, el Mediterráneo se caracterizaba por su variedad y riqueza de especies entre las que destacó la presencia de tiburones actualmente desaparecidos. Aseguró que la fotografía actual es muy distinta, con presencia de «muchos microbios, medusas y algas invasoras». Para este investigador el Mediterráneo ha pasado de ser el equivalente de «un bosque tropical, con mucha vida vegetal y animal, a un campo de golf con distintas especies de algas invasoras».

A bordo del ´Alcyone´ también viaja el biólogo marino y buzo profesional, Manu San Félix, que trabaja desde el pasado año para National Geographic Channel como cámara submarino y dirige algunos de los capitulos de la serie ´Ocean Now´ producida por la cadena. San Félix se ha convertido en el enlace para que el canal americano y la Fundación Cousteau coordinen esfuerzos para estudiar las aguas de Ibiza y Formentera, extraer información científica y «buenas imágenes».