La moratoria en vigor que impide la implantación en Balears de grandes superficies comerciales desaparecerá el próximo mes de octubre con la aprobación en el Parlament de la nueva Ley de Comercio, según las previsiones de la consellera del ramo, Francesca Vives. Esto supondrá desbloquear unas inversiones que desde hace años se mantienen paralizadas y que según las estimaciones realizadas por el citado departamento autonómico podrían moverse entre los 150 y los 200 millones de euros.

La principal característica de la reforma de la ley de comercio, que tiene por objeto llevar a cabo la adaptación de la normativa balear a la directiva europea de servicios, es que pone fin a la prohibición para que pueda implantarse en el archipiélago cualquier nueva gran superficie comercial, aunque se mantienen limitaciones vinculadas al urbanismo.

A partir de la aprobación de la nueva normativa se considerará gran establecimiento comercial aquel que supere los 400 metros cuadrados en Ibiza y Menorca y los 200 en Formentera. En Mallorca la superficie mínima se establece en los 700 metros cuadrados.