Gloria Corral, concejala de Turismo y Comercio del Ayuntamiento de Eivissa, estuvo catorce meses insistiendo en la importancia de que un celador controlara el cumplimiento de la ordenanza municipal de ocupación de la vía pública. Tras demostrar que muchos establecimientos no sólo incumplían la normativa, sino que obstruían el paso a las sillas de ruedas y a los carritos de bebé, consiguió que esta figura comenzara a inspeccionar la isla a partir de febrero.

No tener licencia de terraza, superar el espacio concedido, dejar elementos en la acera durante la noche, como vehículos, e instalar tarimas o alfombras en la vía pública son motivos suficientes para recibir una sanción.

¿Cuál es la labor del celador?

El celador tiene que ver dónde hay incumplimiento de las ordenanzas municipales y pasa informes de todo lo que se va produciendo cada diez días. En junio hubo 563 intervenciones y en el último informe han habido 30 actuaciones más. La primera vez que se pilla a los locales infringiendo la normativa, se les avisa de que está incumpliendo. A las 48 horas vuelve a pasar y, si no han ejecutado los requerimientos, ya se les manda a la Policía, que sanciona como toca.

¿Ya ha habido sanciones?

Sí, pero es una tramitación que lleva cierto tiempo y todavía no tenemos números. Ahora tenemos una persona que está encima y muchas terrazas que no habían solicitado la ocupación de vía pública, la están pidiendo porque se les ha detectado la infracción y se les ha dicho cómo tienen que hacerlo.

¿Qué supone que se incumpla la normativa municipal?

Supone que se puede estar ocupando zonas de uso público. De hecho ha habido sitios por los que no podían circular los carritos de bebé o las sillas de ruedas y la movilidad de las personas está por encima de todo.

¿Se mantendrá el celador durante el invierno?

Sí, claro, porque habrá más cosas que hacer. En principio, esa es nuestra intención.