Una vez se importen las abejas desde Mallorca, «se buscará un asentamiento para empezar la recolonización mediante nuevos núcleos, que se convertirán en colmenas». Vicent Marí confía en que en solo cinco años consigan así mejorar la genética de las abejas de las colmenas de Ibiza. Los nuevos enjambres serán vendidos: «Nos costará tiempo, sacrificio y dinero. Aproximadamente unos 10.000 euros de entrada. Pero será un desembolso paulatino y fraccionado». Los apicultores intentarán ahora revertir una situación que ya se advertía hace 20 años en el estudio de Pilar de la Rúa: «Avisaba -indica el presidente de los apicultores- al Govern y a los apicultores de que debían ser conscientes de los efectos de las importaciones de reinas y enjambres. E instaba a desarrollar políticas de protección. Desde entonces no se ha hecho nada». Por eso asegura que cuando inicie la repoblación pedirá la «colaboración total a las instituciones», incluido el Seprona, para detener las importaciones de abejas foráneas: «En Gran Canaria tenían este mismo problema y pusieron condiciones muy drásticas. Allí no pueden introducirse abejas».