La presidenta del Govern, Francina Armengol, calificó ayer de «muy mala noticia» el triunfo del Brexit, pero envió un mensaje de «tranquilidad» tanto a los ciudadanos baleares, como a los turistas y residentes británicos ya que por ahora, según remarcó, no se verán afectadas sus condiciones de vida.

Para Armengol, el resultado del referéndum produce una situación «sin duda, muy compleja», porque crea incertidumbre, pero recalcó que «no tendrá consecuencias inmediatas sobre las islas». La presidenta señaló que ayer fue «un día triste para Europa» y que es el momento de «pensar» en las causas que han llevado a los británicos a salir de la UE y «buscar las herramientas que sirvan para impulsar otra Europa en la cual las personas vuelvan a ser una prioridad». «Las causas [del Brexit] las podemos hallar en la necesidad de que se adopten mecanismos más democráticos que doten, con participación y transparencia, de mayor legitimidad las decisiones que se adoptan en la UE», decía la nota difundida por el Govern.

Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) advirtió de que la economía balear «puede verse afectada negativamente». El sindicato hizo un llamamiento «a la calma y a la responsabilidad de todos los agentes implicados», ya que considera que «será necesaria mucha acción política en los próximos meses». Según este sindicato, la decisión del pueblo británico supone «un aumento de la incertidumbre en unos momentos en los que la salida de la crisis económica no implica una recuperación de derechos y una mejora sustancial de las condiciones de vida de los trabajadores».

«Cualquier situación que implique una desestabilización económica es motivo de preocupación», explicó CCOO a través de un comunicado, en el que añadía: «Si bien la decisión adoptada ayer por los ciudadanos de Gran Bretaña no tendrá una repercusión inmediata en nuestra economía, urge trabajar en medidas de contingencia para paliar las posibles repercusiones».