9 de junio, siete de la tarde, Sala Capitular del Ayuntamiento de Ibiza con cincuenta personas y los focos que iluminan el paso de las modelos. No hace falta ser un event planner en prácticas ni un specialized manager de medio pelo para darte cuenta de que allí en pocos minutos la temperatura y el ambiente serán insoportables. Y si encima ese es el espacio acotado para los vips, el jurado y la prensa especializada y no para la plebe, como suele ocurrir en estos casos, la cuestión ya parece de recochineo.

Lo cierto es que cuando acabó el desfile y la presentadora Clara Courel, tan desubicada toda la tarde como el escenario, salió a comentar que el jurado iba a deliberar unos minutos para elegir el ganador, la espantada, o más bien la estampida, que se produjo en la Sala Capitular fue mayúscula. Previamente habían abandonado el recinto el acalde de Ibiza, Rafa Ruiz, el candidato del PP al Congreso, Vicente Marí Bosó, y ¡hasta un miembro del jurado! que comentó a sus compañeros que o salía a respirar la rica brisa marina o desfallecía en su cometido.

Aguantaron toda la velada pétreos y hieráticos, quizás porque ya se han visto en muchas de estas, personajes como Carmen Lomana, Jesús Mariñas y Carlos Martorell. Otros como la actriz María León tiraba del programa para abanicarse al igual que la top model Almudena Fernández, a la que quizás no le pareció bien largarse cuando acababa de recibir un premio. Lógicamente, la consellera Marta Díaz aguantó con su habitual desparpajo como capitán que del barco que se hunde hasta que se fue el último conocido de la sala. También solventaron la papeleta con sudorosos problemas el candidato al Senado del PP, Santiago Marí, y los consellers Miguel Vericad y Vicent Roig.

Total, que una vez estaba todo el mundo fuera del crematorio y como iba a ser imposible volver a meter a todos los en la sala, porque son vips pero no tontos, la presentadora optó por lo más sencillo: proclamar a la ganadora en el exterior, delante de la plebe. Una solución que, vista la tarde tan buena que se había quedado, quizás podría haber sido la mejor opción para celebrar el desfile. Las modelos lo hubieran agradecido y el público seguro que también.