-Usted que trabaja en medio mundo, ¿es cierto que la arquitectura tradicional ibicenca se conoce en otros países?

-La arquitectura tradicional de cada lugar se conoce en profundidad en ese lugar concreto. Lo que es muy interesante es que la arquitectura tradicional ibicenca no está nada lejos de la de otros muchos lugares del mundo que tienen unas características parecidas, como cualquier parte de la costa de Grecia o de Italia. Y te encuentras lo mismo en el continente americano y en algunos lugares de Asia: la energía térmica, la producción solar, el estudio de la ventilación natural cruzada, la vegetación... No son elementos decorativos, todos responden a una realidad y eso es lo que hace que la arquitectura tradicional de cada lugar sea particular y, sin embargo, responda a los mismos criterios. Todos los edificios buscan, al final, o protegerse del viento o aprovecharlo.

-Es decir, que al final todo es una cuestión de lógica.

-Efectivamente.

-¿Hemos perdido la lógica en los últimos años?

-Deberíamos reflexionar sobre qué es lógico. Si analizamos la evolución del transporte, vemos que hemos pasado de ir andando a la rueda, al motor... A un mundo más globalizado. Ahora somos capaces de dar la vuelta al mundo en muy pocos días. Podemos desayunar, comer y cenar en tres sitios diferentes. Eso ha llevado a que el mundo sea más globalizado y a la necesidad de tener edificios y tecnología más especializada y más avanzada. No creo que hayamos perdido la lógica, el ser humano se ha tenido que ir adaptando a la evolución de su sociedad. Hasta hace muy poco el mundo era de ocho o diez horas, la sociedad se despertaba y se acostaba con el sol. Ahora vivimos en un mundo de 24 horas. La lógica se ha adaptado a la evolución y la tecnología.

-Entonces, los edificios inteligentes no son un concepto a olvidar.

-En absoluto, los edificios cada vez serán más eficientes, inteligentes y tecnológicos. Más multifunción. La sociedad evoluciona hacia un modelo en el que un edificio no es sólo para vivir, trabajar o educar, si no que integra esas funciones diferentes de la sociedad.

-¿Prefiere diseñar hospitales o aeropuertos?

-No sé por qué tengo que elegir. Me quedo con cualquier proyecto interesante que nos plantee un reto.

-¿Faltan proyectos que planteen retos?

-No, los retos los plantean siempre los clientes y la sociedad. Y estamos en una sociedad en ebullición que reclama constantemente nuevas tendencias. Siempre hay gente con visión dispuesta a evolucionar y plantear cosas nuevas.

-¿Hay algún proyecto que le gustaría hacer?

-Estamos trabajando con un cliente japonés que nos ha encargado que desarrollemos la vivienda de 2050.

-¿Eso no tiene algo de ciencia ficción?

-En absoluto, tiene un punto de ciencia realidad. Llegaremos a 2050, y más allá, y lo suyo es que nos preparemos como sociedad para afrontar ese momento.

-¿Cómo es una vivienda de 2050?

-Adaptable a las diferentes funciones que deba cumplir a lo largo de tiempo, mucho más multifunción y capaz de adaptarse en volumen, en planta y en gestión al paso del día. Podrás nadar en tu casa, aparcar la piscina como si fuera un cajón y emerger la cocina para cocinar y después poder retirarlo todo y tener un gran salón en el que dar una fiesta.