No hubo grandes sorpresas ayer en la contundente victoria del Ushuaïa Ibiza ante el Madrid, colista de la Superliga masculina de voleibol (3-0). La relajación y la dispersión inicial de los amarillos fue un excelente caldo de cultivo para que los madrileños lucharan con garra la segunda manga, en la que desperdiciaron cuatro puntos de set. Pero no fue más que un espejismo, y el equipo que entrena Toni Gino Corona dio un paso casi definitivo para participar en la próxima edición de la Copa del Rey, donde defenderá el subcampeonato.

Arrancó el Ushuaïa con una formación de circunstancias. Se permitieron los pitiusos el lujo de comenzar con Pablo Dus y Nico Ronchi descansando en el banco. Los visitantes se anotaron el primer punto y no volvieron a dominar el electrónico en los 25 minutos del parcial inicial.

Se desgañitó el preparador argentino en la banda ante un equipo relajado en exceso y disperso sobre la pista de Es Viver. Christian López, Giménez y Borges, el mejor del partido, arrancaron una primera diferencia que fue insalvable (10-4).

Villaescusa trató de mantener a sus compañeros en la contienda atacando con furia la pista ibicenca (16-10). Con Solanas errático en los primeros compases, Borges hizo suya la zona de Ronchi y fue un auténtico puñal. Dos puntos consecutivos dinamitaron la tímida reacción de los de Aitor Barreros (18-11). Cerrar la primera manga fue un trámite. Lo hizo López con un saque directo que se le había atragantado en una anterior rotación (25-18).

Pero los pitiusos dieron una imagen confusa en un gélido pabellón de Es Viver, donde los cánticos del banquillo rival acallaron cualquier murmullo que osaba salir desde la grada.

Reacción visitante

El 4-1 fue un auténtico engaño para los sentidos. Las zamarras negras comenzaron a multiplicarse, a fallar menos y a cerrar los juegos con acierto. Por contra, el Ushuaïa se difuminó tras la red. Borges, Solanas y Oliveira mandaron sus remates lejos del rectángulo y el marcador se igualó hasta el 10-10. Entonces, mandó el Madrid por segunda vez en el choque con un remate fuera de López (10-11). Fer amplió a tres puntos la diferencia (12-15) y las sombras sobrevolaron la pista ibicenca. La tensión enturbió el encuentro hasta que el buen hacer de Petrov y Sánchez volvió a dar ventaja a los suyos (20-23).

Pidió tiempo muerto Corona y Petrov certificó tras la reanudación un nuevo rally que les otorgó cuatro puntos de set. Entonces, la veteranía y el pundonor del favorito se impuso a las ganas del aspirante. La grada rugió a cada punto que se apuntaba Arthur Borges a su casillero y silenció al banquillo, cada vez más timorato. Lo mismo le sucedió a Petrov, que lanzó el balón fuera cuando ya habían dilapidado toda la ventaja. Y Giménez se encargó de enterrar sus opciones (26-24).

Y la misma emoción que invadió a los madrileños se tornó en una losa sobre sus hombros. Bajaron los brazos y únicamente disputaron los primeros instantes de manga. El tercer set sirvió para que Borges continuara puliendo su estadística y para que Solanas le acompañara (25-16).

Tuvieron minutos Cardenache y Ochoa en una victoria que acerca un poco más a los ibicencos a la Copa, a falta de conocer el organizador final. Un escollo menos para volver a soñar con una competición mágica para los amarillos.