-¿Cómo titularía la crónica de la final?

-Unicaja, gran campeón. Le tuteamos en cada uno de los sets. Les hemos provocado lo que a ellos más les duele, bajándoles los porcentajes de la recepción. De hecho a Muñoz han tenido que cambiarlo por Almansa porque no funcionaba...

Así comenzó a valorar Toni Gino la actuación de los suyos, reconociendo primero el mérito frente a los deméritos, que también enumeró con rostro visiblemente fastidiado por ser consciente de que el Ushuaïa Ibiza Voley ayer tuvo varias cartas ganadoras para llevarse la Copa del Rey que se le escurrieron de los dedos. «Hubo detalles que no funcionaron. En apariencia, son cosas sencillas. Por eso no debo estar preocupado: no hemos perdido por estar muy lejos del nivel del Unicaja. Esos detalles y los fallos puntuales en los saques son los que nos han frenado».

Contento por haber atacado, durante bastantes fases del compromiso, igual de bien por los laterales que por el centro de la red, el argentino no quiso abonarse al terreno del ´y si´. «Probablemente el partido hubiera sido diferente de haber ganado un set, pero no quiero quedarme con eso. No sabremos nunca qué habría ocurrido en caso de haberles apretado más, provocando que se pusiesen más tensos». En ese aspecto, el reloj marcaba los minutos a favor del CV Eivissa, que llegó a la final con un partido menos.

El míster patagónico se congratuló, por ejemplo, de haber frenado los servicios ahorradores, que tanto daño le hicieron al CAI Teruel en la víspera. Sin embargo, no hubo manera de parar «la gran virtud» del equipo de Molducci: «Su potencia en la red», precisó Gino, reconociendo en su análisis que Guilherme Hage (22 puntos) fue una mala bestia que sus pupilos no lograron borrar de la contienda.

Javier Escandell: «Me marcho contento pese al palo de haber perdido la final»

A Javier Escandell pocos le pueden ganar en vitalidad y buen humor. Ayer, tras la derrota, se quedó unos minutos sentado en la grada ya vacía reflexionando junto a su mujer sobre el intenso fin de semana que ha vivido el Club Voleibol Eivissa, entidad que preside prácticamente desde sus inicios. «Me voy contento, aunque haber perdido la final ha sido un palo. Fastidia ver que te ganan por diez puntos de diferencia cuando tú fallas trece saques, pero eso forma parte de este deporte. Hay que felicitar a nuestros jugadores por el gran trabajo que han hecho», explicó el directivo, que quiere volver a confeccionar otro proyecto en la Superliga a la que tanto costó llegar y donde sigue en juego entrar en la fase final por el título.

«Ver un partido de play-off en Ibiza» es otra de las grandes ilusiones de Escandell, que horas antes del encuentro daba muestras de que esto de involucrarse en el deporte le viene de lejos. «De joven, con los amigos de toda la vida, llegamos a presentar un proyecto de junta gestora para Sa Deportiva [el equipo de fútbol al que animaba sin remedio cada dos fines de semana], pero llegó Bragantini con los millones y nos fastidió el invento», explicaba entre risas un tipo que tendrá que pelear con instituciones (el presidente del Consell, Vicent Serra, no estuvo presente en la final por motivos de ahorro) y patrocinadores (Ushuaïa tampoco estuvo representado) para cerrar en verde este ejercicio y armar un buen presupuesto futuro para la temporada 2014/2015.