El presidente de la Real Federación Española de Balonmano, Juan de Dios Román, se reunió ayer en Ibiza con los responsables de los clubes pitiusos para abordar las diferentes problemáticas que azotan tanto a estas entidades como a la Federación Balear.

Miguel López y Miguel Ángel Escandell del HC Eivissa, Luisa Sánchez del Sant Josep, José Antonio Prohías y Miky del Puig d´en Valls y Diego Martínez y David Roig del Santa Eulària estuvieron presentes para escuchar y exponer sus problemas al máximo mandatario de este deporte en España.

El punto principal que se abordó fue encontrar una vía de solución para el problema de la Delegación Insular y de la Federación autonómica. El consejo del ex seleccionador fue que para solventar esta coyuntura deben encontrar la figura de un delegado insular para que analice todas las ayudas económicas y sea un nexo de unión con la balear. Se propusieron distintos nombres para ese cargo, pero no se hicieron públicos.

Román se mostró «muy contento» por cómo se estaba reconduciendo la situación porque «no se parte de la nada». «Lo que estáis haciendo es prácticamente un milagro», subrayó el dirigente, quien no se explica cómo sin una estructura coherente se puedan mover seiscientas o setecientas fichas de jugadores y que las competiciones salgan adelante.

El presidente se mostró «abierto» a cualquier posibilidad que emane de los clubes, que son los que tienen la respuesta a todas las situaciones y se comprometió a seguir el tema para ver cómo evoluciona y saber si mejora.