Un horno limpio no es solo una cuestión de estética, sino una pieza clave en la seguridad y eficiencia de nuestra cocina. La limpieza regular de este electrodoméstico esencial no solo mejora la calidad de los alimentos cocinados, sino que también prolonga la vida útil del horno y previene riesgos de incendios o malos olores. 

La limpieza del horno puede ser una tarea desafiante, pero con las técnicas adecuadas, se convierte en un proceso más sencillo y eficaz. Aquí presentamos algunas estrategias:

  • Uso de productos comerciales. Existen numerosos limpiadores de horno en el mercado diseñados para disolver la grasa y los residuos quemados. Es importante seguir las instrucciones del fabricante y ventilar bien el área durante su uso.
  • Métodos naturales. Para aquellos que prefieren soluciones más ecológicas, una mezcla de bicarbonato de sodio y agua aplicada en las superficies internas del horno y dejada actuar durante la noche puede ser efectiva. Al día siguiente, se puede limpiar la pasta y los residuos con un paño húmedo.
  • Limpieza con vapor. Algunos hornos vienen equipados con una función de autolimpieza que utiliza vapor para aflojar los residuos. Este método es práctico y reduce la necesidad de productos químicos.
  • Limpieza regular de bandejas y parrillas. Las bandejas y parrillas deben limpiarse después de cada uso para evitar la acumulación de grasa y residuos.