Esto es lo que le pasa a tu perro si le das un hueso de pollo

Pones en peligro la salud de tu amigo

Esto es lo que le pasa a tu perro si le das un hueso de pollo

Esto es lo que le pasa a tu perro si le das un hueso de pollo

M. R.

Alimentar a nuestras mascotas es a menudo una incógnita. Al final de una comida, uno se pregunta si podemos darles ese bocado que nos ha sobrado. Algunos se ablandarían ante los dulces ojos de Fido, entregándoselo sin pensárselo dos veces. Pero tengamos cuidado: algunos alimentos serían desaconsejables para él; el hueso de pollo es uno de ellos.

Si lo hemos puesto varias veces en su cuenco y no ha pasado nada después de que lo haya devorado, puede que lo hayamos hecho bien. De hecho, los riesgos serían elevados. Tanto que podríamos tener que llevar al animal al veterinario inmediatamente.

Antes de entrar en materia, hay que partir de una premisa. No todas las razas son iguales y su forma de masticar también es diferente. Hay quien tritura la comida hasta hacerla pulpa antes de tragarla y quien mastica poco o nada. Dicho esto, puede que decidas darle un hueso a tu perro para mantenerlo ocupado. O quizá porque son fieles a la idea de que pueden comer de todo sin problemas. Aun así, deberíamos evitarlo.

Ingerir esta parte podría ser muy perjudicial para ellos, ya sea cruda o cocinada. En primer lugar, podría romperse fácilmente (como en el caso del pollo) y quedarse atascado entre las encías. Pero también podría fracturar los dientes. En el peor de los casos, los daños pueden afectar a las partes internas del cuerpo. Se corre el riesgo de perforar los intestinos y el estómago del animal debido a las afiladas astillas. Por último, no puede excluirse la obstrucción del tracto gastrointestinal o la asfixia.

Qué hacer en estas situaciones

Así que nunca le des a un perro un hueso de pollo. Si por nuestra inconsciencia o por error se lo ha tragado, puede que tengamos que actuar con prontitud. Si no muestra ningún síntoma y sigue comportándose con normalidad, es posible que no haya ningún problema. En cualquier caso, sería bueno vigilar al animal al menos durante las próximas horas.

Si presentara síntomas claros como vómitos, diarrea y pérdida de apetito, sería necesario ponerse en contacto con el veterinario competente lo antes posible. Explíquele la situación antes de nuestra llegada para que pueda organizarse de antemano con los medios de intervención más adecuados.

Como todos sabemos, la prevención es nuestra mejor arma para evitar problemas. Para evitar el riesgo de que Fido se trague un hueso, recuerda recoger la mesa inmediatamente después de comer y tirar las sobras. También evitamos dejar el cubo de la basura abierto para que no meta el hocico. Por último, podríamos sustituir los huesos por otros pasatiempos más seguros. Por ejemplo, comprémosle un juguete especialmente para él, para que pueda satisfacer tranquilamente sus ansias de morder.