Cola rota en el perro: cómo saber si nuestro amigo tiene esta dolencia que ocurre mucho más a menudo de lo que pensamos

El cuidado de nuestros animales nunca debe carecer de atención constante.

Cola rota en el perro: cómo saber si nuestro amigo tiene esta dolencia que ocurre mucho más a menudo de lo que pensamos

Cola rota en el perro: cómo saber si nuestro amigo tiene esta dolencia que ocurre mucho más a menudo de lo que pensamos

M. R.

Es sorprendente la cantidad de información que ignoramos sobre la cola de un perro. Por ejemplo, es una herramienta estrechamente relacionada con el mundo olfativo del perro, ya que la utiliza para difundir su olor en los entornos en los que se mueve. Entonces sí que pensamos en la cola de nuestro perro como una señal de sus sentimientos. Pero subestimamos, por ejemplo, el papel de guía estabilizadora que asume en sus movimientos. En carrera y al trote es un verdadero timón. Para algunos perros también es un indicio de belleza. Basta pensar en la espléndida cola en abanico del setter o en la del perro pastor escocés. Pero los accidentes ocurren mucho más a menudo de lo que imaginamos, y no siempre son especialmente visibles. Así de sencillo, a continuación explicamos cómo saber si nuestro perro tiene la cola rota atendiendo a algunas señales.

Un órgano esencial

Un defecto en la cola suele pasar desapercibido, desde luego mucho menos que un problema de la marcha o de otro tipo. La cola del perro consta de unas pocas vértebras (cuatro o cinco) rodeadas de bandas musculares y tendones. El perro puede fracturarse uno de los huesos que sostienen la cola durante una sesión normal de juego o carrera, o debido a un accidente doméstico trivial. Sin embargo, las causas de los problemas en las vértebras de la cola pueden ir más allá, ocultando un problema genético hereditario. En los peores casos (afortunadamente muy raros), el dolor de cola puede ocultar algún tipo de tumor.

El nombre oficial de la lesión es miopatía caudal aguda, y podemos darnos cuenta de ella a través de diversos efectos. El perro puede tener dificultades para sentarse, o puede sostener débilmente la cola, hasta el punto de no poder sostenerla en absoluto. A veces, las lesiones en las vértebras de la cola también van acompañadas de problemas de incontinencia, ya que el intestino está conectado a los músculos y tendones de la cola. El umbral del dolor depende mucho de la cantidad de nervios implicados, lo que a veces hace más difícil darse cuenta del problema.

En este caso, será necesario realizar un TAC en el veterinario para determinar la gravedad. La respuesta en los casos más graves puede implicar incluso una operación especial, aunque por término medio sencilla y no exorbitantemente cara. En general, se trata de una escayola o, más sencillamente, de una desinfección.

Similar en cuanto a síntomas es la llamada cola fría. Esta dolencia es aún poco conocida, ya que implica problemas similares para el perro pero debidos a circunstancias diferentes. Normalmente se produce como consecuencia de bañarse en una fuente de agua fría, lo que provocaría un espasmo de los músculos elevadores.

El cuidado de nuestros animales nunca debe carecer de atención constante. Muchas personas, por ejemplo, cometen errores flagrantes cuando ponen antiparasitarios a sus perros y gatos, sin darse cuenta de que están provocando la reaparición de piojos. Siempre garantizamos un entorno limpio y un aire sano en nuestros pisos, quizás incluso incluyendo una planta resistente ideal para interiores.