Adiós al zapatero: la sencilla técnica con dos perchas para colgar los vestidos y que no rocen con los zapatos

Así es como debes hacerlo

Adiós al zapatero: la sencilla técnica con dos perchas para colgar los vestidos y que no rocen con los zapatos

Adiós al zapatero: la sencilla técnica con dos perchas para colgar los vestidos y que no rocen con los zapatos

Valeria Montero

Las prendas largas son un aliado perfecto para las citas importantes. Con la llegada del invierno, los trajes cortos van dejando su espacio al resto de la ropa en consonancia al tiempo que acompaña durante los meses más fríos. Por norma general, se trata de prendas que no suelen colgarse o, si lo hacen, apenas ocupan espacio -ya sea por el tipo de tela más fresca o por su longitud-.

No obstante, las malas temperaturas ya han llamado a nuestra puerta e invitan a hacer un cambio de armario para el que tendremos que ingeniárnoslas. A la hora de sacar los trapos más largos, es importante que tengas en cuenta dónde los vas a colocar y según qué orden para evitar factores como el ruido visual.

Los vestidos o los pantalones, sin embargo, suelen tener un lugar privilegiado, haga el tiempo que haga. Su almacenamiento no es tan sencillo si tenemos en cuenta su longitud. Muchos usuarios optan por colocar los zapatos en los últimos estantes del armario, que en ocasiones no cuenta con baldas y es directamente un espacio para todo.

Es el momento de pararse a pensar cómo debemos colocar cada cosa para conseguir que no se produzca el famoso ruido visual. Este incómodo fenómeno se produce cuando las prendas pasan a ocupar demasiado espacio en el armario y la acumulación termina creando un auténtico caos sin principio ni final.

En muchos casos te pasará que tu armario no es lo suficientemente largo para que un vestido o un pantalón roce con la primera balda. Este espacio suele ser utilizado para colocar lo zapatos de tal forma que podamos ahorrarnos muebles adicionales o soluciones más extravagantes. Esto puede ponerse en tu contra por dos simples razones; en primer lugar, las prendas pueden deteriorarse si no tenemos el suficiente cuidado para sacar los zapatos o a la hora de devolverlos a su lugar. Cualquier consejo para conseguir colgar tus vestidos sin que lleguen a extenderse tanto es bienvenido, aunque hay que tener en cuenta cuánto tiende a arrugarse cada tejido.

Dos perchas para una misma función

Aunque parezca un problema imposible de solucionar, lo cierto es que es mucho más sencillo de lo que pensamos. Evidentemente la solución no pasa por hacerle un corte a los bajos del vestido o quitar las baldas superiores; ni siquiera por quitar de en medio los zapatos. En este caso, es tan sencillo como coger dos perchas con pinzas en lugar de una y colgar el vestido por los dos extremos.

Es importante usar alguna goma suave que evite que el metal de las pinzas dañe los tejidos más delicados y cuélgala como si fuera una hamaca en la barra. De esta manera, ocupará lo mismo que una prenda normal a lo ancho, pero no tendrás problemas de que vuelva a rozar con tus zapatos.

Hay que saber cómo convertir nuestro armario en un aliado para el día a día. Tener un espacio bien distribuido es muy importante para facilitarnos las tareas diarias y que cueste menos esfuerzo encontrar esa prenda que tenemos en mente cuando vamos con prisa. Las perchas son el complemento ideal para terminar con los problemas de espacio y darle un toque estético al orden si sabes usarlas de manera inteligente.