Adiós al olor a huevo: la fórmula mágica con la que no volverás a tener que soportar este aroma desagradable en tu vajilla

Esto es lo que tienes que hacer

Adiós al olor a huevo: la fórmula mágica con la que no volverás a tener que soportar este aroma desagradable en tu vajilla

Adiós al olor a huevo: la fórmula mágica con la que no volverás a tener que soportar este aroma desagradable en tu vajilla

Valeria Montero

Hay olores que son mucho más desagradables que otros. Uno de los peores y más nauseabundos para muchos es sin duda alguna el olor a huevo podrido. Aunque parezca una situación difícil de provocarse, es posible que en algún momento tus alimentos se hayan pasado de fecha y no te des cuenta hasta que terminan emitiendo un desagradable hedor.

No hace falta ser tan extremista como para pensar únicamente en el olor a huevo podrido. Es posible que uno de estos en buen estado termine dejando rastro tarde o temprano. Los huevos son un alimento muy rico en nutrientes que puedes usar tanto para el desayuno como para el resto de comidas del día. Además, su incorporación al recetario puede producirse de muchas maneras; ten en cuenta que puedes usarlo como alimento principal o simplemente para empanar o freír otros alimentos.

Ya sea por sí solo o en una tortilla, lo cierto es que los huevos pueden sacarnos de cualquier apuro si queremos cocinar algo rápido, sabroso y nutritivo, en lugar de apostar por un paquete de comida rápida. Son muchas las formas en las que se pueden preparar en cuestión de minutos: revueltos, fritos, tortillas, etc. Si cuentas con un poco más de tiempo de por medio, puedes apostar por prepararlos cocidos o a lo poché, por ejemplo.

Ponte en la situación en que comienzas a hacer unas tortillas. Por norma general, el líquido siempre termina quedándose impregnado en el plato, dejando una textura y un olor bastante poco agradables. Como con el resto de útiles de cocina que utilizamos, lo más conveniente es echar un chorro de agua encima para eliminar los restos y facilitar más tarde las labores de limpieza.

Vajilla sin olores

No es plato de buen gusto para nadie llevarse un vaso a la boca y notar un olor desconocido a la hora de beber agua. Lo que debes hacer en este caso para dejar a un lado el olor a huevo es de lo más sencillo: exprime medio limón dentro del vaso y después restriégalo por dentro y por fuera. Este alimento es un agente de limpieza que podrá actuar como un aliado ideal para el resto de productos de limpieza. Este producto podrá ayudarte a eliminar bacterias y moho que causan mal olor, además de incluso acabar con algunas manchas.

Después de restregarlo, asegúrate de enjuagarlo bien para eliminar todos los restos y sécalo bien con un paño de microfibra. En caso de que no tengas limones a mano, también puedes optar por usar vinagre para la limpieza. Este producto se convierte en un esencial para la limpieza de cualquier estancia de la casa gracias a sus propiedades. Ten en cuenta que el vinagre ayuda a erradicar el olor gracias a su poder desodorizante. Además, podrás limpiar con él tanto tu vajilla como, por ejemplo: los restos de cal en el cuarto de baño; la plata; el horno; las frutas y las verduras; e incluso tus electrodomésticos para que funcionen igual que el primer día.

Quizás desconozcas que incluso es un producto indicado para dejar como nuevos los espejos y los cristales, y hasta la pantalla del ordenador. Eso sí, para este último asegúrate de apagar las pantallas y rociar el producto sobre una bayeta.

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