Reciclar toallas viejas: el simple gesto para recuperarlas y que vuelvan a estar suaves

Pero ¡qué placer tener toallas siempre tan suaves como las del hotel! ¡Tan suaves que casi parece que las estés abrazando! Es una pena, sin embargo, que a menudo tiendan a endurecerse, sobre todo cuando son muy viejas y las fibras están gastadas.

Pero no importa. Hoy vamos a ver cómo recuperar la suavidad y la fragancia de las toallas más viejas.

Bicarbonato sódico

El primer remedio es utilizar bicarbonato de sodio, un ingrediente que puede devolver la suavidad a las toallas gracias a su acción ligeramente abrasiva. Basta con verter 3 cucharadas de bicarbonato de sodio en el cesto o la cuba de la lavadora, añadir las toallas e iniciar el ciclo de lavado.

También puedes añadir unas gotas de aceite esencial al bicarbonato para darle tu fragancia favorita.

Vinagre blanco

Otro consejo muy eficaz es utilizar vinagre blanco, que no sólo suaviza, sino que también ayuda a eliminar el hedor de la ropa húmeda y cerrada.

Así que vierte 4 cucharadas de vinagre en el recipiente del suavizante e inicia el ciclo de lavado. Si luego quieres lavar a mano, añade la misma cantidad de vinagre a un cubo de agua. Luego pon las toallas en remojo: ¡qué suaves quedan! Por si fuera poco, ¡el vinagre también sirve para blanquear las toallas amarillentas!

En cuanto al uso del vinagre en la lavadora, existe un largo debate sobre su impacto en el medio ambiente. Por eso, siempre es preferible utilizar ácido cítrico. Sin embargo, el vinagre siempre es preferible a otros detergentes comerciales.

Jabón de Marsella

Después del bicarbonato y el vinagre, no podemos olvidarnos del jabón de Marsella, que también sirve para quitar la grasa y las manchas de la ropa. De hecho, ¡es el ingrediente básico para hacer un quitamanchas DIY!

Sólo tienes que verter 2 cucharadas de copos o líquido en la lavadora o directamente en el tambor e iniciar el ciclo de lavado con tus toallas: ¡y qué olor!

Ácido cítrico

Otro método para obtener toallas suaves es utilizar ácido cítrico, considerado un suavizante natural. Basta con verter 150 gramos de ácido cítrico en un litro de agua, remover un poco y añadir 10 gotas de aceite esencial de lavanda o menta.

A continuación, vierte la mezcla en una vieja botella de reciclaje y vierte unos 100 ml en el dispensador de detergente de la lavadora. Por último, coloca las toallas en el tambor e inicia el ciclo de lavado adecuado.

Manzanilla

Finalmente, un último consejo, por extraño que parezca, es muy eficaz: la manzanilla, cuyas propiedades emolientes ayudan a que tus toallas queden suaves.

Vierta 2 sobres de manzanilla en un litro de agua caliente y déjelo reposar unos minutos. A continuación, deje que la mezcla se enfríe y viértala en un recipiente con agua. Deja las toallas en remojo unos 10 minutos, acláralas y déjalas secar.