Alerta: deja de meter estos alimentos tan comunes en tu nevera

Mantener una alimentación saludable es uno de los pilares en el desarrollo y mantenimiento de cualquier persona. Por eso contar frecuentemente con productos frescos que consumir a diario es clave en todas las edades. Existen multitud de consejos que buscan promover este tipo de hábitos, pero no es lo único importante con respecto a esta cuestión. Un alimento bien conservado ahorrará preocupaciones y durará más, lo que evitará que pierdas dinero cada vez que uno de los alimentos madure de más.

La OCU -Organización de Consumidores y Usuarios en España- ha lanzado una serie de recomendaciones precisamente para evitar el desperdicio alimentario, ya que los alimentos se conservarán mejor si los colocas según sus consejos. No obstante, no todo está en aquellos que tienen que ocupar su lugar dentro del frigorífico para mantenerse. Hay otros que necesitan de justo lo contrario: evitar el frío de su interior y almacenarse en otras zonas. Así como hay frutas y verduras que tienen espacio en el último cajón, hay otras que deben permanecer fuera.

Aquí tienes una lista de aquellos alimentos que no deben ir a la nevera:

Frutas. La OCU recomienda almacenar en la despensa frutas como: plátanos, cítricos -limas, Limones, naranjas, mandarinas, pomelos-, manzanas -menos de siete días-, Melón, Sandía, Papaya, Caqui, Piña y Granada.

Verduras. Pepinos, Remolacha, Pimientos, Ajo, Cebollas, Patatas, Batatas, Tomate, Calabaza, jengibre y albahaca.

Pan y bollería. Tanto el pan como el pan de molde y todos los alimentos de bollería empeoran en calidad al entrar en contacto con la humedad. También cogerán olor de otros alimentos. En caso de querer conservar el pan más tiempo, puedes congelarlo.

Queso curado. El frío provoca que pierdan muchas propiedades y sabor, además de agrietarlos y secarlos.

Aceite. Su sabor y su textura cambian al endurecerse.

Chocolate. Es factible introducirlo en el frigorífico, sobre todo para evitar que se derrita ante las altas temperaturas. Sin embargo, es preferible mantenerlo en una despensa fresca.

Miel. El frío afecta negativamente.

Especias.

Café.

Conservas.

Las compras semanales suelen dar lugar a que algunos alimentos que ya teníamos a nuestra disposición quedan olvidados al fondo del frigorífico. Los tarros, táperes o envases de comida terminan caducando y, cuando nos queremos dar cuenta, su olor invita a tirarlos a la basura cuanto antes. Para evitar este tipo de problemas que generan mayor desperdicio, existen algunas soluciones rápidas. Puedes optar por elaborar nuevas recetas con los alimentos que están más cerca de ponerse malos y terminar con las sobras antes de cocinar nuevos platos. Sin embargo, también existen soluciones en forma de artículos que quieren poner al alcance de todos estos tarros al final de la nevera.