Limpiar las ventanas es tan necesario como importante, aunque sea una labor tediosa que ocupa nuestro tiempo libre y nadie quiera encargarse de ella, hay maneras de ahorrar tiempo.

Los cristales pueden perder rápidamente su transparencia y son de los primeros lugares de la casa que más aspecto de suciedad dan, si no están bien limpios. Tenerlos impecables ayuda a dar un aspecto de orden y luz a la casa. Además, es también beneficioso para tu salud y la de tu familia. Elegir el momento perfecto puede marcar la diferencia entre unos cristales relucientes y otros que no lo estén tanto. 

Para ahorrarte horas de limpieza y euros a tu bolsillo, te traemos algunos trucos caseros que te harán la vida más fácil a la hora de afrontar el mantenimiento de los cristales y así, poder dejarlos brillantes e impecables. 

Vinagre

Utilizar vinagre para limpiar es algo que hacían ya nuestras abuelas por su poder desinfectante. En la actualidad, se puede usar para casi cualquier cosa, incluidos los cristales. Para aplicarlo, mezcla a partes iguales, agua y vinagre y pongo en una botella formato spray. A continuación, échalo en los cristales y sécalo con un trapo. Verás como quedan radiantes.

Filtro de café

No compres trapos o bayetas cada dos por tres para limpiar las ventanas y aprovecha los filtros del café para limpiar los cristales para evitar rayones y manchas.

Alcohol

Otro producto que funciona muy bien con las ventanas es el alcohol, sólo tienes que repetir el proceso como con el vinagre. Mézclalo con agua y rocíalo en las ventanas y sécalo con un paño.

Amoniaco

El amoniaco también es un ingrediente con historia, potente desengrasante y muy versátil. Para aplicarlo, diluye un poco en un cubo con agua, moja un paño en la mezcla y pásalo por los cristales, después, seca haciendo círculos.