Un soltero de First Dates miente sobre su edad: "Soy un poco tartamudo y no me sale bien ese número”

Esto es lo que ha pasado en el tenso momento

M. R.

Si Carlos Sobera pensaba que lo había visto todo como presentador de un programa como First Dates, queda demostrado que no podía estar más equivocado. Por su plató ha pasado de todo. First Dates cuenta con un elemento esencial para enganchar a la audiencia temporada tras temporada y ser una fuente inagotable de contenido: el amor. Si bien no siempre surge la llama entre los que se presentan en las citas a ciegas, a menudo salta la sorpresa y resulta que, de repente, dos personas que estaban hechas la una para la otra acaban encontrándose en el restaurante del amor.

Carlos Sobera, conductor del programa desde sus inicios, ha sido testigo de incontables encuentros que no siempre han salido bien. Por su restaurante del amor han pasado auténticos personajes con aficiones, gustos y preferencias de lo más variadas, que han causado una verdadera sorpresa en sus acompañantes durante la cita. De las tantas personas que pasan por el restaurante del amor, muchos de ellos han hecho confesiones de los más llamativas

Si Carlos Sobera pensaba que lo había visto todo como presentador de un programa como First Dates, queda demostrado que no podía estar más equivocado. Por su plató ha pasado de todo. First Dates cuenta con un elemento esencial para enganchar a la audiencia temporada tras temporada y ser una fuente inagotable de contenido: el amor. Si bien no siempre surge la llama entre los que se presentan en las citas a ciegas, a menudo salta la sorpresa y resulta que, de repente, dos personas que estaban hechas la una para la otra acaban encontrándose en el restaurante del amor.

Carlos Sobera, conductor del programa desde sus inicios, ha sido testigo de incontables encuentros que no siempre han salido bien. Por su restaurante del amor han pasado auténticos personajes con aficiones, gustos y preferencias de lo más variadas, que han causado una verdadera sorpresa en sus acompañantes durante la cita. De las tantas personas que pasan por el restaurante del amor, muchos de ellos han hecho confesiones de los más llamativas

El soltero ha querido saber cuántos años tenía su cita y él le ha dicho que 27, pero era mentira. Roberto tiene “la edad de Cristo, 33”, pero como es un poco tartamudo, no le sale bien el 33 y lo suele cambiar. Chemi le ha contado que es educador social y que estaba trabajando en un centro de menores cerca de su casa.

El soltero le ha contado a su cita que llevaba muchos años sin pareja y que su única relación seria había sido con una chica porque no se atrevía a salir del armario. Roberto lo ha entendido y ha escuchado muy atento la historia de Chemi. Sufrió acoso y por eso se dedica a lo que se dedica y su objetivo es trabajar en un instituto para acabar con ese tipo de injusticias. Roberto por suerte no ha sufrido acoso y le daba miedo que se metieran con él por ser un poco tartamudo, pero cuando ha tenido que defender a alguien lo ha hecho “se lo merecían”.

Roberto ha pagado lo que para Chemi había sido una cena romántica y para él una de otras, pero en el momento de la verdad le ha dicho que no quería volver a quedar con él “no me has llenado”. Unas calabazas que han pillado a Chemi completamente desprevenido “no me lo esperaba para nada”.