Tres alimentos populares que los cardiólogos piden que evites comer a toda costa

Según los cardiólogos y otros expertos médicos, la composición nutricional de ciertos alimentos puede favorecer diferentes aspectos de la salud de nuestro corazón. Tomemos como ejemplo las frutas y verduras. Los nutrientes de muchos de estos alimentos tienen propiedades protectoras contra las enfermedades cardíacas. Alternativamente, el pescado rico en ácidos grasos omega-3 puede ayudar a regular los niveles de triglicéridos, mientras que los cereales integrales pueden ayudar a mantener nuestra presión arterial bajo control. Así como ciertos alimentos pueden beneficiar la salud de nuestro corazón, otros pueden ponerla en riesgo.

Patatas fritas

Entre los principales alimentos a los que muchos cardiólogos recomiendan renunciar (y eligen renunciar ellos mismos) se encuentran las patatas fritas (de bolsa). Los datos de una encuesta publicada por Statista revelaron que más de 284 millones de personas en EE. UU. comieron patatas fritas en 2020. Si comiéramos aproximadamente 28 gramos de patatas chips al día durante un año, terminaríamos consumiendo alrededor de ¾ de taza de sal, lo que resultaría en un aumento de peso de casi 7 kilos.

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Carnes procesadas y embutidos

Muchos cardiólogos también desconfían de las carnes procesadas. Esto incluye productos como salami, salchichas, tocino...

El cardiólogo Neil Srinivasan desaconseja el salami en particular, que puede estar cargado de calorías y grasas saturadas o trans, también conocidas como grasas no saludables. Esto incluye bocadillos en los que se puede esconder salami y otras carnes procesadas, como pizzas o rollitos de salchicha. Cuando se fríe en aceite o mantequilla, puede la receta perfecta para conseguir un colesterol alto y enfermedades cardíacas.

Refrescos y bebidas energéticas

El tercer elemento que muchos especialistas del corazón evitan no es tanto un alimento sino una bebida. Puedes encontrar una gran cantidad de azúcar, cafeína y calorías vacías en las bebidas gaseosas, como los refrescos o las bebidas energéticas. Estas bebidas pueden hacernos susceptibles a condiciones de salud como diabetes y enfermedades metabólicas, las cuales se han asociado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Juntos, el contenido de azúcar y cafeína de estas bebidas tiene un doble efecto, lo que puede provocar palpitaciones o arritmias cardíacas.

Si bien algunos médicos pueden optar por eliminar estos alimentos y bebidas de su dieta por completo, ser consciente de nuestra ingesta también puede ayudar a reducir nuestro riesgo de enfermedad cardíaca.