Accidente

El estibador que cayó de la grúa que derribó un barco en Valencia: "La empresa me declara 'no apto' pero el INSS me obliga a trabajar"

Roberto Mañez denuncia al INSS por negarle la incapacidad en su puesto de trabajo y obligarle a manejar maquinaria pesada a pesar de que la empresa lo ha declarado "no apto" como estibador

El trabajador portuario no ha cobrado ninguna indemnización

Roberto Mañez en una imagen reciente, tras salir de trabajar del Puerto de València

Roberto Mañez en una imagen reciente, tras salir de trabajar del Puerto de València

Mónica Ros

Uno de los barcos más grandes del mundo derribó la grúa en la que trabajaba. Fue el domingo 13 de septiembre de 2020. Así se truncó la vida de Roberto Mañez Blanco, un estibador del Puerto de València que pasó de tener una vida plena y normal a tener que aprenderlo todo de nuevo tras despertar del coma y salir del hospital. Sobrevivió al accidente como si de un milagro se tratara. Eso sí, las secuelas se reflejan en unos diagnósticos e informes médicos tras 6 operaciones, que de poco han servido para que el Instituto Nacional de la Seguridad Social le concediera la incapacidad para su puesto de trabajo habitual. De hecho, nadie ha indemnizado a este hombre por el grave accidente laboral que sufrió hace 4 años. Ni la mutua de la empresa, ni la compañía aseguradora de la naviera, ni la Administración pública, ni los seguros privados. "No puedo trabajar de estibador, diga lo que diga el INSS. Me destrozaron la vida pero a mí no me ha indeminado nadie. No he cobrado ni un duro. Sin la incapacidad laboral nadie se hace responsable y no hay indemnización", asegura.

A Roberto Mañez nadie le ha pagado nada, cuatro años después del accidente. Sin embargo, el seguro de la compañía MSC (el barco del accidente fue el MSC Mía) sí pago rápido por los daños millonarios que causó el accidente en el Puerto de València. Así consta en la memoria que acompaña las cuentas de 2021 de MSC Terminal Valencia, donde figura el ingreso de 9,8 millones de euros en concepto de indemnización por parte de la compañía aseguradora por el accidente ocurrido en esa terminal en septiembre de 2020. Es más, en ese documento consta que la compañía aseguradora abonó 6 millones en 2020 y 3,8 millones en mayo de 2021. La grúa donde trabajaba Roberto estaba valorada en 10 millones de euros y fue respuesta a los días. A Roberto Mañez, cuatro años después no le han pagado ni las gafas. Ni el móvil. Cero euros. Y eso que al estibador le llovieron elogios tras el accidente ya que su rápida actuación evitó que la grúa aplastara a quienes estaban debajo.

El trabajador portuario no ha cobrado nada pero es que, además, para el INSS, Roberto Máñez Blanco puede, perfectamente, volver a subirse a una grúa y manejar maquinaria pesada a 56 metros de altura. Su empresa, sin embargo, opina lo contrario y ha formulado por escrito que el hombre "no está apto" para prestar servicios en su profesión habitual "sin riesgo para sí y para terceros". Y ni con esas. El INSS le niega la incapacidad laboral y le obliga a incorporarse a su puesto de trabajo. Por eso, el hombre ha denunciado al INSS en el juzgado mientras sigue yendo a trabajar, cada día, al Puerto de Valencia. "Si te dan el alta y te deniegan la incapacidad laboral, la ley te obliga a ir a trabajar. He estado de baja por ansiedad, me dio un ataque de pánico, tengo secuelas y dolores. Estoy vivo, que lo es todo. Pero he trabajado mucho para recuperar lo máximo de movilidad y a nivel cognitivo", explica el hombre, que duda de que quien haya decidido en el INSS que vuelva al trabajo "haya leído los informes".

Pregunta clave tres años después del accidente

Para Roberto Mañez la mutua tiene mucho que decir en todo este proceso. "La realidad es que la mutua no ha tramitado la incapacidad laboral, que es lo que debería haber hecho. Es verdad que si no hay incapacidad laborla no hay indemnización, que también debe pagar la mutua. La solicité yo, por mi cuenta cuando comprendí que ya no sería el mismo y que no podría trabajar de estibador. Es más, el médico de la mutua que lleva mi caso me preguntó a qué me dedico y cuáles son las funciones de mi trabajo en diciembre de 2023, más de 3 años después del accidente", asegura.

Y añade: "Me han destrozado la vida. Un barco derribó la grúa donde trabajaba y ¿qué pasa conmigo? Hay un proceso judicial por vía penal para averiguar cómo pudo pasar lo que pasó. Ha habido 4 años de instrucción. Ahora me veo obligado a iniciar otro proceso judicial pero por vía administrativa. Porque, sin incapacidad laboral me pueden obligar, en cualquier momento, a subirme a una grúa y yo sé que eso no lo puedo hacer. Ahora realizo faena de capataz de operaciones. Se trata de repartir el trabajo, aunque para determinadas funciones hay que subir al barco o encima de una máquina para supervisarla y eso me genera mucha ansiedad así que mi empresa lo organiza de tal manera que cuando eso ocurre va otra persona. Agradezco a mi empresa el comportamiento que está teniendo conmigo, pero es una cuestión de buena voluntad. Necesito la incapacidad para mi puesto de trabajo habitual y tengo derecho a una indemnización".

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