Las matemáticas crean ansiedad al 22% de los escolares de 15 años

El último informe PISA midió el bloqueo que genera entre muchos estudiantes esta materia, que el Gobierno quiere reflotar potenciando otro acercamiento y con refuerzo y desdoblamientos

Alumnos durante una clase en un colegio de Mallorca

Alumnos durante una clase en un colegio de Mallorca / B.A.

Algo pasa con la asignatura de Matemáticas (aquí y en todo el mundo) cuando el Informe PISA dedica un apartado del estudio a medir el nivel de ‘ansiedad matemática’ que presentan los alumnos de 15 años. Lo hizo ya en el informe de 2013 y de nuevo en el de 2022, cuyos datos conocimos el pasado diciembre. En Balears, el 22% de los jóvenes de 15 años dijo angustiarse ante las matemáticas.

El dato balear es de los más bajos del país, pero sigue siendo de los más altos de Europa porque España tiene, con un 37% de alumnos ‘angustiados’ por los números, el segundo porcentaje de ansiedad matemática más elevado del continente, solo por detrás de Italia (39%). En el país vecino Portugal la percepción es algo mejor: un 17% dice sentir estrés con esta asignatura. Dentro de nuestro país, la ansiedad matemática se dispara en Andalucía (afecta al 47% de los jóvenes de 15 años) y Canarias (45%).

Para medir la ansiedad del alumnado ante las matemáticas, PISA 2022 preguntó en el cuestionario hasta qué punto estaban de acuerdo con expresiones (siempre en referencia a esta asignatura) como «a menudo me preocupa tener dificultades en estas clases»; «me estreso mucho cuando tengo que hacer los deberes»; «me pongo muy nervioso cuando hago problemas»; «me siento incapaz de resolver un problema», «me preocupa sacar malas notas» o «me da miedo suspender la asignatura».

A partir de las respuestas se calculó el índice de ansiedad matemática, que se da más en las chicas que en los chicos. En Balears la mitad de las jóvenes de 15 años aseguraron sentir angustia ante las matemáticas frente al 22% global.

En las islas sin embargo no se aprecia apenas diferencia en este ítem en lo que se refiere a los alumnos desfavorecidos y favorecidos y entre nativos e inmigrantes (lo que hablaría bien del nivel de equidad del sistema educativo balear).

En la última edición de PISA Balears cayó 12 puntos en competencia matemática (el descenso más acentuado de las tres áreas evaluadas), quedándose en 471 puntos frente a los 483 de 2018.

Desdoblar

Una de las medidas anunciadas por Pedro Sánchez para mejor la competencia matemática es hacer desdoblamientos durante esta asignatura para poder trabajar con grupos más pequeños. Esta idea en principio le suena bien a Daniel Ruiz, presidente de la SBM-XEIX, pero cuando se habla de desdoblar siempre surge el mismo interrogante: ¿hay espacios en los centros educativos para hacerlo? Y en muchos de los colegios e institutos la respuesta es no. Y si la idea es meter dos profesores en el mismo aula se impone una realidad: ahora mismo ya faltan profesores de Matemáticas para asumir las necesidades actuales de los centros.

En este periodo, la caída española ha sido de 8 puntos, dejando una puntuación de 473 (Balears se quedó arañando el promedio). En Cataluña el desplome en competencia matemática fue de 21 puntos; en el País Vasco, de 16 (con 482 puntos). Tienen las puntuaciones más altas Castilla y León (499), Asturias (495), Cantabria (495), Madrid (494), La Rioja (493) Navarra (492) y Aragón (487).

El desplome de España en esta última edición, pese a ser menor que el de otros países de nuestro entorno, ha impulsado al Gobierno de Pedro Sánchez a anunciar un plan de choque con desdoblamientos y sesiones de refuerzo con el foco en la habilidad matemática y en la comprensión lectora.

Los autores de esta evaluación internacional impulsada por la OCDE apuntan que es importante que el alumnado tenga «mentalidad de crecimiento» que es la creencia de que las habilidades y la inteligencia de uno se pueden desarrollar con el tiempo, que no son «un don innato e invariable» que se tiene o no se tiene (la idea contraria al categórico ‘yo no valgo para las matemáticas’).

«Hay alumnos que odian las matemáticas: hemos de afrontarlo»

El matemático Daniel Ruiz ve clave «desbloquear» tanto a los escolares como a los maestros

Daniel Ruiz, presidente de la Societat Balear de Matemàtiques SBM-XEIX, valora que el Gobierno haya «admitido» que hay un problema con la competencia matemática, como primer paso necesario para poder solucionarlo. Él ve necesarios hablar del «elefante en la habitación»: el hecho de que «hay alumnos que odian las matemáticas». Señala rotundo que «hay que afrontar esta aversión, este bloqueo». Y, eso, advierte no es «hacer el payaso», ni pretender que la clase de Matemáticas sea pura diversión ni hacer creer que son fáciles, ni pasar de los contenidos esenciales.

Conseguir acabar con ese categórico ‘yo no valgo para esto’ y con la ansiedad matemática referida por PISA y lograr que los alumnos tengan «mentalidad de crecimiento» (que crean que con tiempo y esfuerzo pueden mejorar en todo, también en matemáticas) supone cambiar cómo se hace el acercamiento a la asignatura (y sí, eso sería lo que la Lomloe denomina «matemáticas socioafectivas» y que tanta broma ha generado en redes sociales).

«Todos los alumnos pueden pensar y razonar», zanja el matemático. Y eso es importante que lo sepan los alumnos y también los maestros: aplicado a sus pupilos (que no den a ninguno por perdido) y a ellos mismos (que no se metan en el grupo de ‘negados’).

Ruiz da clases de Didáctica de las Matemáticas en los grados de Educación Infantil y Primaria en la UIB y ha visto en sus clases que existe un círculo vicioso: la mayoría de sus alumnos le reconocen a principio de curso sentir «ansiedad», «frustración» o «inseguridad» a la hora de Matemáticas y cree que «después, sin querer, transmiten esa ansiedad a sus estudiantes».

«Si a los 50 años la gente puede aprender un instrumento, también puede aprender matemáticas», anima, pero hay que saber cómo. Para ser un buen profesor de esta asignatura, defiende, hace falta tener un conocimiento «sólido», pero también saber «cómo aprenden los niños y cómo se les puede enseñar mejor, y por aquí es por dónde fallamos». Cree imprescindible más formación docente para asumir de verdad la enseñanza por competencias que ha traído la Lomloe y evitar los «bloqueos»: «Muchos no saben qué han de hacer y siguen igual».

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