«Ya se ha encendido la Navidad en Ibiza»

Ibiza dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas con un espectáculo de luces, baile y música que recorrió desde el paseo de Vara de Rey hasta la plaza del Parque para llegar al Mercat Vell y recorrer «la casa de la Navidad»

En el paseo de Vara de Rey hay mucha gente. Papá y mamá me llevan en carrito cerca del árbol enorme con la estrella de Navidad. Lo he estado viendo estos días, cuando lo levantaban, mientras iba a la escoleta.

Papá me sube a sus hombros y me dice que esté atento, que pronto encenderán la Navidad. «¿Encenderán la Navidad?». Siempre pregunto para confirmar las cosas. Me dice que sí y que le cuente qué hay por ahí delante.

En un escenario hay unos muñecos muy grandes y muchos regalos. «¿Son para tí?», le pregunto. Me han dicho que va a ser su cumpleaños, así que deben ser sus regalos. Me dice mamá que no, que son regalos de Navidad. Tarda mucho en pasar cosas, así que pido una galleta.

De repente se oyen unos ronquidos. Suenan muy fuerte, como si fuera un oso. Es una chica vestida de colorines y sentada en un trono entre muchos regalos.

Aparece un payaso, Cachirulo, que está buscando a Cáscara. Ese debe ser el nombre de la chica. Anda muy despistado, no la encuentra y se la ve perfectamente. «¡Ah!», se pega un susto cuando la encuentra. Nos pide que la llamemos muy fuerte para despertarla y yo grito: «¡Cáscara!» Muchos niños están subidos a los hombros de sus papás y mamás y hay muchos móviles levantados. También gritan para que se despierte Cáscara. «¡Cáscara!».

Cáscara se despierta pero tiene sueño, como cuando a mí me levantan para el cole. «Vamos Cáscara, que es 25», le dice Cachirulo. «¿25? ¿De diciembre?», se asusta Cáscara. «No, de noviembre, pero hoy es cuando se encienden las luces de Navidad en Ibiza». «¿Pero Halloween no fue anteayer? Déjame, hombre, que todavía tengo un mes de siesta».

Cáscara es muy graciosa. Y tiene razón. Va a tener mucho trabajo si tiene que ayudar a Papá Noel, es pronto para empezar. Pero los mayores se ve que han decidido que ya toca encender las luces. Cáscara desaparece y Cachirulo llama a dos señores. Dice que son el alcalde ‘nosequé’ y el concejal de Fiestas ‘nosecuantos’.

El alcalde nos dice hola y unas cuantas cosas más. No sé. Tardan mucho y hay mucha gente. Por fin dicen que van a encender el árbol. Cachirulo nos pide que hagamos la ola para encender la Navidad. Hacemos tres olas, pero al parecer no vale. «Nos hace falta algo muy grande». ¿El qué? ¿Un grito grande? ¿Un salto grande? Dice que hace falta magia, ¿y quién tiene magia? Pues Cáscara, claro. Vuelve y nos pide que contemos. Yo estoy aprendiendo, pero repito algunos números y cuando acabamos... no pasa nada.

Hasta Cachirulo parece extrañado, y cuando está empezando a decir que contemos otra vez... «¡Papá, ya se ha encendido la Navidad!». El árbol está encendido y empieza a sonar música. Aparece Papá Noel encima de una bola gigante, Cáscara va subida en zancos y hay muchas chicas vestidas de rojo.

Encendido de las luces de Navidad en Ibiza

Isaac Vaquer

Les vamos siguiendo y yo quiero bajar. Hay muchísima gente y mamá me coge fuerte de la mano. Casi no nos movemos porque hay terrazas, árboles... Al final llegamos a la casa de Papá Noel y un señor con una varita tan grande como él toca la puerta ¡y se abre!

Unos chicos y chicas que bailan muy bien hacen un baile delante de la casa y después la gente sigue la ruta. Vamos a la plaza del Parque. Allí, una chica está bailando encima de un volante dentro de una burbuja gigante. Cuando para, empieza a bailar otro grupo de chicos y chicas. Papá quiere que esté arriba en brazos, pero yo quiero bajar y bailo también un poco.

La música no dura mucho y seguimos caminando. ¡Oh! Han puesto en marcha el tiovivo de la plaza del Parque. Quiero subir, pero mamá dice que hay mucha gente y que iremos mañana.

Llegamos hasta la plaza del Mercat Vell y allí hay un ángel que se mueve en un palo y otros bailarines de blanco en la rampa que sube a la muralla. De repente suena música de ball pagès y después de un repique de campana, ¡aparece Papá Noel!

«¡Boooona nit Ibiza!», grita. Nos dice que Ibiza va a ser la casa de la Navidad. Que se ve que le ha gustado y que se va a quedar por aquí. Nos pide que seamos buenos, creo, como siempre me dicen papá y mamá.

Nos vamos a un pequeño escenario al lado del Mercat Vell donde toca un grupo que se llama The Santa’s Band. Tocan Navidad, dulce Navidad. Esa me la sé. Mientras canto, llega Papá Noel y se hace una foto conmigo. Genial. Me voy a cenar muy contento.

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