Tots Sants

El ‘truco o trato’ de la Ibiza de antaño

Fanny Tur, Lina Sansano y Lina Torres recuerdan tradiciones populares para Tots Sants como la que practicaban los niños en Vila yendo por las casas a pedir golosinas, la ‘trencada’ de frutos secos o la costumbre, el 1 de noviembre, de dejar las sobras de la cena para las ánimas

‘Trencada de Tots Sants’ en la Escola d’Art d’Eivissa, el año pasado  | J.A. RIERA

‘Trencada de Tots Sants’ en la Escola d’Art d’Eivissa, el año pasado | J.A. RIERA / maite alvite. eivissa

Desde hace unos años, emulando una costumbre típica de los países anglosajones en Halloween, se ha puesto de moda entre la población infantil de las Pitiusas salir a la calle con disfraz la Víspera de Todos los Santos para recolectar golosinas visitando las viviendas del vecindario. Lo que no saben muchos es que, por lo menos en Vila y en algún otro núcleo urbano de la isla como Puig d’en Valls, ya tenían su propio ‘truco o trato’ hace ya unas cuantas décadas.

No se sabe cuándo comenzó esta tradición, pero a la directora del Arxiu Històric d’Eivissa i Formentera, Fanny Tur, le consta que «en los años 40, 50 y 60 del siglo XX todavía se estilaba en Vila que los niños en Tots Sants fueran, puerta por puerta, por las casas a pedir todo tipo de chucherías».

El ‘truco o trato’ de la Ibiza de antaño  | J.A. RIERA

Payesas haciendo ‘bunyols’ para Tots Sants en la Era d’en Manyà, en una imagen de archivo | / J.A. RIERA

La costumbre ya se había perdido cuando Tur era pequeña, pero otras personas como la exbibliotecaria de Can Ventosa Lina Torres Escandell, que tiene 72 años, sí recuerda haber sido testigo de este ritual en su barrio de entonces, sa Penya. «Què hi ha res, per les ànimes?», preguntaban los niños en cada casa. Con suerte les caían golosinas, frutos secos e incluso huevos, «auténticos manjares en esa época», apunta Tur. Si en la casa no sobraba el sustento o el vecino no era generoso la respuesta que le daban a los niños era la siguiente: «Ni res pels cossos». Y a partir de ahí la fórmula continuaba con una divertida réplica, «idò mal te caigui el cul a trossos!»; y la contrarréplica: «I tu el recullis a mossos», que los pequeños remataban con un «per mi ses molles, i per tu els ossos».

Otra antigua tradición ibicenca durante estas fechas era la trencada de Tots Sants, que en los últimos años se está recuperando. Amigos y familias tenían por costumbre reunirse en un día como hoy para quitar las cáscaras, pelar y tostar todo tipo de frutos secos recogidos en el campo o comprados, como piñones, almendras, nueces o castañas, que luego cenaban junto a otros alimentos. Todo lo que sobraba de este encuentro festivo se dejaba sobre la mesa para que disfrutaran del banquete las almas de los seres queridos fallecidos. «Mi madre me decía que no se tenían que retirar los platos en los que quedaba comida para que las ánimas, cuando pasaran y vieran que en la casa había abundancia, dijeran: ‘Sempre així’», recuerda Lina Torres.

Los vivos recibían a los espíritus de sus antepasados no solo con alimentos sino también con una vela encendida, que brillaba en cada casa desde el 31 de octubre hasta el Dia dels Morts, una vieja costumbre que la antigua bibliotecaria todavía conserva.

Lina Sansano, directora del Museo Etnográfico de Can Ros, recuerda que en su época de infancia «Tots Sants era una fiesta muy grande» y que, como entonces sí hacía frío, la gente solía estrenar una pieza de vestir, en su caso, «el abrigo que llevaría durante todo el invierno».

El ‘truco o trato’ de la Ibiza de antaño  | VICENT MARÍ

La costumbre de los ‘rosaris’ de Tots Sants todavía se mantiene en Eivissa. / VICENT MARÍ

Sansano cuenta también que «antiguamente, el 1 de noviembre, a partir del atardecer, la gente se recogía en sus casas y rezaba mientras se escuchaba casi toda la noche el sonido de las campanas de las iglesias tocando a difuntos».

En estas fechas, al igual que ahora, los ibicencos iban a los cementerios para adecentar las tumbas y llevar flores a sus difuntos, una tradición que se suspendía en época de epidemias. «Es lo que pasó en 1918 cuando debido a la propagación de la gripe se prohibió ir a los camposantos en Tots Sants para evitar aglomeraciones», señala Fanny Tur.

Gastronomía típica

Ni Tur ni Sansano ni Torres recuerdan un plato ibicenco típico para estas fechas, aunque hace un par de años, Vicent Marí Palermet, divulgador de la cultura ibicenca, contaba en una trencada en Sant Antoni que a mediodía, en Tots Sants, la costumbre era comer frita de porcella.

Lo que sí no se les olvida a ninguna de las tres son los dulces típicos que se consumían hace más de medio siglo en estas fechas, los mismos que se comen en la actualidad: los panellets, en Vila, y los bunyols. Además, están los rosaris, que antiguamente y también ahora regalan los padrinos a los ahijados. Sansano recuerda los de fruta escarchada y calabaza con los que a ella le obsequiaban de pequeña, pero también podían llevar otros ingredientes como caramelos y mazapán.

Como apunta Fanny Tur, antaño había otro postre típico para Tots Sants: «El grano de la granada macerado con vino payés y dulce».

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