Una valquiria inmersiva en el MACE

Joana Vasconcelos, una de las artistas contemporáneas del momento, trae hasta Ibiza su pieza ‘Valkyrie Crown’, una enorme miscelánea de diversos tejidos y colores elaborada con técnicas artesanales

MACE. «Posee un gran cuerpo tentacular con el que expresa los símbolos del formidable poder en los que se inspira: la deidad nórdica y la corona. Pero los trasciende, traspasando los límites de lo concreto para convertirse en emblema universal de un poder ahora ya pacificador, que reclama el esplendor de la belleza como clave de acceso», así define Elena Ruiz la obra ‘Valkyrie Crown’, que se expone en el MACE.

Al entrar en la Sala de Armas del MACE, uno se sorprende ante la fuerza de la pieza ‘Valkyrie Crown’, de la conocida artista portuguesa Joana Vasconcelos (París, 1971), que desde ayer hasta el 31 de octubre estará expuesta en el museo. Es una enorme miscelánea (elaborada con técnicas artesanales) de tejidos, colores y brillos que ocupan la parte central de esta sala y de la que nacen tres ‘tentáculos’ entre los que los visitantes se mueven para poder observar de cerca todos los detalles. Dicha obra es una de tantas valquirias que Vasconcelos ha confeccionado inspirándose en aquellas míticas guerreras de la mitología nórdica que servían al dios Odín, «comandadas por Freyja, diosa asociada a la muerte, pero también a la vida, la belleza, el amor y la fertilidad», destaca Elena Ruiz, directora del MACE.

Las dimensiones de esta pieza, que dialoga con el espacio, hacen que -inevitablemente- el espectador se sienta muy pequeño. Ruiz destaca que «rompe la escala, tal y como hicieron los artistas pop»: «Hay que tener en cuenta que los jóvenes artistas han revisitado las vanguardias (...) Si viéramos una valquiria chiquitita, nos parecería como un joyel. Es algo que apetece tenerlo en casa. Pero al romper la escala, y en eso Joana Vasconcelos es una maestra, nos convierte a nosotros en pequeñitos». De todos modos, Ruiz matiza que «quizás esta es de las más pequeñas». Sin ir más lejos, en el último desfile de Dior, en la Semana de la Moda de París, el escenario era una valquiria y las modelos pasaban por debajo: «A lo mejor era como diez veces esta».

Para elaborar la que se expone estos meses en el MACE, se han utilizado telas de todo tipo, técnicas artesanales o el croché.

Puede observarse desde múltiples puntos de vista, dando vueltas a la pieza, alejándose o acercándose al meterse entre sus ‘tentáculos’. Además, no hay repetición de los diferentes tejidos y combinaciones de colores, por lo que parece que uno nunca ha observado a la ‘Valkyrie Crown’ el suficiente tiempo y prestado atención a todos sus rincones.

La concejala de Cultura, Carmen Domínguez, que acude a la inauguración, señala que, con la luz que entra a través de las ventanas de la Sala de Armas, la valquiria se transforma, «ya no es la misma»: «A medida que la luz va entrando, la obra ofrece perspectivas diferentes. Hay otros brillos y donde antes no brillaba, ahora sí que lo hace».

Domínguez, para quien esta es su primera exposición como concejala, asegura que le ha «maravillado» que «con algo tan sencillo como son tejidos, se pueda crear algo así»: «Con las cosas más simples de nuestra vida cotidiana, esta artista hace belleza. Tenerlo es un lujo para la ciudad».

Esta es una de las esculturas monumentales a las que Vasconcelos tiene acostumbrado al público y no faltan los aluviones de fotografías y vídeos de los visitantes. Elena Ruiz, que ha ejercido de comisaria, bromea con que será «la pieza con más selfis de todo el verano».

"Si el arte no se renueva, se muere"

La usuaria Susanne Veenstra acude al museo. Acostumbra a ir a las inauguraciones y ella tampoco ha podido evitar filmar la ‘Valkyrie Crown’: «Me ha gustado mucho. Creo que todas las nuevas tendencias son muy importantes para mover el ambiente del arte. Si no se renueva, se muere». «Esta pieza es muy colorida y tiene muchas texturas. Y queda perfecta en esta sala y con este techo». Otro visitante, que es de Barcelona, define lo que ve como «bastante impresionante por las dimensiones»: «Parece un objeto cotidiano, pero con estas dimensiones, se resignifica».

La directora del MACE destaca que la autora «construye sus obras utilizando técnicas artesanales que a lo mejor han sido olvidadas, o materiales de distinta procedencia»: «Ella utiliza la alquimia, transmutando los materiales en otros (...) Es una artista que está cerca de lo chamánico, de lo que transmuta, pero que transmuta para bien, para efectuar dentro de nosotros un cambio sustancial, de conciencia». En este sentido, añade que puede haber cantidad de lecturas de la muestra: «Recupera cantidad de tejidos, de bordados, de técnicas artesanales que son típicas de Portugal, pero que también son una memoria colectiva, porque cuando las miras, enseguida te acuerdas, por ejemplo, de un tapete de casa de la abuela, de una tienda de mercería que nos ha fascinado a todos cuando vemos las cajas de botones», estableciéndose, así, diálogos personales con los visitantes. «Esta obra trasciende lo local y se convierte en un símbolo universal», agrega.

Por otro lado, Ruiz opina que la valquiria es «una deidad muy parecida a la Tanit ibicenca, a la Astarté mesopotámica o fenicia, o a la Afrodita o Venus clásica. Son deidades que dan vida y que protegen la belleza, la vida, la fertilidad... Ahí tienen puntos en común las mitologías nórdicas con las mediterráneas». Al contemplar esta obra, la directora del museo recuerda la corona de Ariadna y la define como «una corona celebratoria de la valquiria que traiciona ese destino de la Sala de Armas como espacio de guerra».

Cabe destacar que Vasconcelos fue la artista más joven y la primera mujer que expuso en el Palacio de Versailles, donde logró el récord de visitantes con un millón seiscientos mil y consiguiendo ser la exposición más visitada en Francia en los últimos cincuenta años. Ha recibido más de 30 premios y ha expuesto en museos destacados de diferentes países. El próximo miércoles 5 de julio la artista explicará su obra en el MACE, en una visita guiada gratuita.

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