Especialidades médicas - Odontología

Bruxismo, un trastorno común que puede alterar la calidad de vida

El estrés y la ansiedad suelen ser efectos desencadenantes de esta parafunción, que consiste en apretar o rechinar los dientes de día o durante la noche. Afecta a personas de todas las edades

Profesionales de la Odontología, pediatras, cirujanos maxilofaciales y otros especialistas pueden diagnosticar el bruxismo. | CLÍNICA DR. RULL

Profesionales de la Odontología, pediatras, cirujanos maxilofaciales y otros especialistas pueden diagnosticar el bruxismo. | CLÍNICA DR. RULL / diana blesa. eivissa

Diana Blesa

Diana Blesa

El bruxismo es un trastorno caracterizado por el rechinamiento o apretamiento de los dientes de forma involuntaria que puede producirse durante el día o durante la noche, aunque lo más frecuente es que se desarrolle durante el sueño. Este hábito puede ser tan leve que la persona ni siquiera sea consciente de él y no cause ningún problema, o lo suficientemente severo como para causar daños significativos en los dientes y la mandíbula.

El desgaste dental es solo una de las consecuencias del bruxismo. | FOTOS: SHUTTERSTOCK

El desgaste dental es solo una de las consecuencias del bruxismo. | FOTOS: SHUTTERSTOCK / diana blesa. eivissa

¿Qué causa el bruxismo o rechinamiento de los dientes?

Se trata de una parafunción que afecta a personas de todas las edades, que viene provocada por diversos factores. «Sabemos que el bruxismo tiene una causa multifactorial y ninguna de ellas relacionada con el aparato estomatognático (la boca)», afirma el odontólogo José Luis Rull, quien enumera «factores psicológicos como el estrés y la ansiedad, trastornos del sueño como la apnea y algunos trastornos neuropsiquiátricos» como posibles causas. «También puede estar relacionado con ciertos estilos de vida o hábitos, como el consumo de alcohol, tabaco o cafeína», añade.

Las férulas de descarga deben estar prescritas por un profesional.

Las férulas de descarga deben estar prescritas por un profesional. / diana blesa. eivissa

Por su parte, el doctor Alberto Fernández indica que el bruxismo afecta a personas de todas las edades, aunque los factores son diferentes según las etapas. En el caso de jóvenes y adultos, coincide en que las causas son múltiples, y enumera: «Clásicamente se ha considerado una situación multifactorial donde coexisten factores locales relacionados con los dientes, la articulación temporomandibular, la relación que establecen entre sí ambas arcadas, medicación y alternaciones neurológicas, entre otros. Todos ellos pueden ser predisponentes, pero típicamente en esta situación suelen aparecer factores desencadenantes, dentro del que destaca el estrés».

El bruxismo puede producirse de día o de noche, aunque es más habitual durante el sueño.

El bruxismo puede producirse de día o de noche, aunque es más habitual durante el sueño. / diana blesa. eivissa

De este modo, las personas que experimentan altos niveles de estrés en su vida diaria suelen ser más propensas a desarrollar esta parafunción como una forma de liberar esa tensión, si bien el doctor Fernández opina que «se trata de un claro factor desencadendante, aunque no suficiente per se para desarrollarla».

El bruxismo puede causar dolores de espalda, cefaleas y migrañas

El bruxismo en niños y en adultos mayores

En niños, el bruxismo «generalmente es transitorio y de mínima repercusión, aunque es altamente recomendable la consulta al pediatra y, si lo considera adecuado, remitir al dentista de la familia». En esta fase, puede provocar el rechinamiento de los dientes la presencia de parásitos intestinales o la maloclusión, entre otros factores.

«El bruxismo en la infancia no siempre es motivo de preocupación -aporta el odontólogo José Luis Rull-. Muchos niños lo experimentan, especialmente durante las fases de crecimiento de los dientes primarios y permanentes. Sin embargo, si se acompaña de dolor o trastornos del sueño, se debe consultar a un dentista o pediatra».

Por último, en la tercera edad son mucho más frecuentes «las causas derivadas de alteraciones neurológicas, óseas y articulares, enfermedades reumáticas, así como fármacos de uso común», según el doctor Alberto Fernández.

Tipos de bruxismo

La doctora Lourdes Tur explica que existen dos tipos de bruxismo: «Céntrico, que se limita a apretar los dientes sin rechinar, y suele ser más frecuente de forma diurna; y excéntrico, por el que rechinamos los dientes, que es más frecuente en fase nocturna». La especialista afirma que, con el frenético e inconsciente ritmo de vida actual, «la presencia de esta parafunción en la sociedad ya ha pasado a ser un hábito de lo más normal», pero alerta de las consecuencias que puede tener en la salud en general.

El tratamiento del bruxismo aborda los síntomas y las causas subyacentes

«El bruxismo puede provocar dolores de espalda, hombros y cuello; limitaciones en la movilidad, cefaleas tensionales recurrentes (dolor de cabeza) e incluso migrañas», detalla la doctora Tur, quien también defiende el carácter multidisciplinar del diagnóstico y tratamiento de esta patología.

Cuándo es un problema

El odontólogo José Luis Rull señala que el bruxismo «no siempre tiene consecuencias negativas para el paciente». «Los últimos estudios nos hablan cómo esos movimientos involuntarios de la musculatura podrían ayudar a permeabilizar la vía aérea superior mientras se duerme o reducir el riesgo de desgaste químico de los dientes aumentando la salivación en casos de reflujo gastroesofágico», apunta.

¿Y cuándo se convierte en un problema? El bruxismo supone un inconveniente «cuando su duración es prolongada en el tiempo (más de seis meses), de inicio súbito y curso irregular (es decir, no sigue patrones clásicos)», según el doctor Alberto Fernández, quien indica que «el principal aspecto deletéreo es la destrucción que puede originar a nivel de los dientes y fundamentalmente de la musculatura y articulación temporomandibular».

El tratamiento puede requerir diversas intervenciones de diferentes disciplinas

José Luis Rull añade los «dolores de cabeza, los trastorno del sueño o el deterioro en la calidad de vida» como otras situaciones en las que es imprescindible tratar el bruxismo.

El diagnóstico del bruxismo, un desafío para los profesionales

El diagnóstico preciso del bruxismo puede convertirse en todo un desafío debido a la naturaleza subjetiva de los síntomas y la variabilidad en la presentación clínica. Los métodos comunes de diagnóstico incluyen la evaluación clínica, la revisión de la historia clínica del paciente, el examen radiográfico y el uso de dispositivos de monitorización del sueño.

El diagnóstico tiene que llegar de la mano de profesionales: pediatras, dentistas, cirujanos maxilofaciales, fisioterapeutas o neurólogos son algunos de los especialistas que pueden ayudar a realizar un diagnóstico diferencial para descartar otras afecciones que puedan manifestarse con síntomas similares.

El Consejo de Dentistas alerta de las consecuencias de usar férulas sin supervisión

El tratamiento del bruxismo se basa en abordar tanto los síntomas agudos como las causas subyacentes del trastorno. Las opciones terapéuticas incluyen el uso de férulas de descarga nocturna para proteger los dientes, terapia cognitivo-conductual para manejar el estrés y la ansiedad, además de técnicas para mejorar la calidad del sueño y para potenciar la relajación muscular.

Tratamiento multidisciplinar

«El tratamiento, al igual que sus causas, será multifactorial. Muy importantes serán los cuidados higiénicos del paciente respecto al sueño, a la reducción de cafeína o alcohol o evitar ejercicio intenso antes de dormir y el manejo del estrés (yoga, deporte o ayuda psicológica). La fisioterapia para aliviar el dolor y restaurar la movilización muscular y articular», indica el odontólogo José Luis Rull.

Los profesionales subrayan que el enfoque terapéutico debe adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente y puede requerir una combinación de intervenciones multidisciplinarias.

En el caso de las férulas de descarga, es absolutamente necesario que sean prescritas por un dentista para evitar «secuelas irreversibles». Así lo denunció recientemente el Consejo General de Dentistas de España, cuando destacó que «un ajuste incorrecto de una férula de estas características puede llegar a producir problemas tan serios como una luxación del disco articular que derive en una limitación de la apertura bucal, lesiones severas en el tejido mucoso o dolores crónicos en la articulación temporomandibular».

Banalizar las patologías dentales

Ante esta situación, el doctor Fernández afirma: «Lo veo como otro ejemplo del deterioro en la relación sociedad-dentistería. Es sencillamente inadmisible que se banalicen las patologías, que además se pretendan soluciones a las mismas y que no exista una responsabilidad legal por parte de quien se beneficia de ello».

Contra el hábito de adquirir férulas sin prescripción que pueden provocar problemas graves, la recomendación es siempre consultar a especialistas en la materia y «huir de fórmulas mágicas y remedios milagrosos».