Llega el verano. Y con él, el calor. Y con el calor, los insectos, que entran en nuestras casas cuando tenemos las ventanas abiertas para refrescarnos. Y esta pescadilla que se muerde la cola se salda con numerosas, incómodas y desagradables picaduras. Algunas de un tamaño tan considerable que nos hacen dudar que sean obra de un simple mosquito. Con estos consejos podrás reconocer las picaduras y evitar cualquier tipo de problema grave.
Picaduras de mosquito
Son las más comunes, por lo que la mayoría suelen reconocerlas con facilidad. Se manifiesta con ronchas y rojeces. Suelen causar picor o escozor durante los primeros días. También pueden provocar inflamaciones que, dependiendo de la zona donde se produzcan pueden ocasionar importantes hinchazones. Los párpados, orejas y demás zonas sensibles suelen ser las zonas más susceptibles a este tipo de inflamaciones.
En todo caso, ante cualquier tipo de reacción que se considere desmesurada, lo ideal es acudir al médico.
Picadura de abeja y de avispa
Las picaduras de abejas suelen manifestarse de una manera similar a las de mosquito, aunque pueden provocar más dolor y escozor. En caso de que el aguijón se te haya quedado dentro (en el caso de que te haya picado una abeja), debes tratar de sacarlo de la piel. Posteriormente es aconsejable lavar la zona con agua y jabón y aplicar una compresa fría para evitar la hinchazón.
En caso de percibir una reacción alérgica a la picadura (es ciertamente frecuente la intolerancia al veneno de estos insectos) es recomendable acudir rápidamente al médico.
Picadura de araña
Por lo general, las picaduras de araña son como las de cualquier insecto. Provocan una roncha con cierto enrojecimiento e hinchazón, ya que las mordeduras de los arácnidos suelen ser inocuas. De hecho, se trata de una especie que no ataque si no se siente agredida. Se estima que solo unas 30 especies de araña en el mundo pueden provocar daño grave a humanos.
