José Antonio L. D., el conductor que fue detenido el lunes después de que la Policía Local descubriera que el coche que conducía tenía las placas alteradas, ha aceptado pagar una multa de 2.160 euros por un delito de falsedad documental.

El hombre admitió los hechos en su comparecencia ante el juzgado de guardia, lo que permitió una reducción de la condena en un tercio (el fiscal pedía seis meses de prisión y una multa de 1.080 euros).

Después de forzar el cepo que le había puesto al coche la Policía Local de Vila, el conductor explicó a los agentes que había falseado las matrículas «porque la isla está llena de radares». El coche, un BMW de color negro, era propiedad de su madre y el acusado ya cuenta con dos condenas, una por un delito contra la seguridad del tráfico y otra por un robo con fuerza.