La llegada de pateras a las costas de las Pitiusas continuó ayer con una nueva embarcación que alcanzó la costa de es Caló, en Formentera, con un total de 16 personas.

Los migrantes desembarcaron en torno a las 5.45 horas de la madrugada, según detalló la Delegación del Gobierno. En ese momento se localizó a ocho personas, todas en aparente buen estado de salud, según las mismas fuentes, y un poco más tarde a las otras ocho, en la misma zona.

Durante el pasado lunes llegaron 89 migrantes a Balears en ocho pateras. Entre la una de la madrugada y las siete de la mañana dos lo hicieron a Formentera; una a la una y media de la madrugada, con seis personas, otra a las 9.30 horas, con 16 personas, y otra a Santa Eulària, con seis personas más. El resto lo hicieron a Cabrera, un total de 61 personas en cinco pateras. Entre el lunes y el martes la suma de migrantes asciende a 97 personas.

Como siempre en casos de entrada irregular (falta administrativa) se siguen los protocolos habituales para la devolución de estas personas a su país de origen, generalmente Argelia, con la apertura de un expediente administrativo.

Desde hace pocos días Argelia acepta las deportaciones de sus ciudadanos, tras la pandemia del covid, aunque mantiene sus fronteras cerradas.

Así el Ministerio del Interior de España ya ha empezado a realizar devoluciones a Argelia, país de donde sale la mayoría de la migración irregular del Magreb.

Esto permite a la vez aligerar la carga de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que vuelven a admitir a internos que hayan sido enviados con una orden judicial, mientras se tramita el correspondiente expediente de devolución. Sin embargo la capacidad de estos CIE es limitada y el flujo de migrantes es incesante, especialmente con buenas condiciones en el Mediterráneo.

De los más de 300 migrantes llegados a Balears desde el sábado 16 de octubre hasta ayer, 41, los primeros llegados a las Pitiusas, fueron enviados a un CIE, mientras que el resto quedó en libertad.