La asociación Élite Corsaris d’Ibiza calcula que actualmente, con el verano recién iniciado y cuando todavía falta que abra gran parte de la oferta hotelera, ya trabajan en la isla «más de 150 furgonetas, muchas de ellas» de una marca de b, de taxis piratas. «Igual que muchos hoteleros han ido subiendo de categoría [sus establecimientos] y han puesto más estrellas, los piratas no han querido ser menos y han ido dejando esos coches destartalados para conducir ahora Mercedes», critican.

Denuncian además que «se pueden ver estas furgonetas» en «muchos hoteles de cinco estrellas, restaurantes caros y [amarres de] yates» de la isla, así como en la terminal del aeropuerto.

Recuerdan en una nota que hasta hace pocos días todavía «había taxis de algunos municipios con días de descanso obligatorio por no haber trabajo suficiente». Por el contrario, dicen que las VTC deslocalizadas ya han superado el «límite del 20% anual del total de la facturación del vehículo», lo que las inhabilita para trabajar en la isla.

Élite Corsaris valora la entrada en funcionamiento de las cámaras para controlar las matrículas de los piratas y la llegada de inspectores.