El Govern balear ha decidido incrementar su apuesta contra las serpientes que invaden la isla de Ibiza (cuando el problema ya ha adquirido proporciones de difícil solución) y por ello va a sextuplicar en el periodo 2021-2024 el número de trampas instaladas para capturar los ofidios que ponen en peligro la lagartija endémica de la isla.

En concreto, durante 2020 han estado operativas un total de 330 trampas en los diferentes municipios ibicencos, y otras 220 en Formentera En cambio, para los próximos tres años se prevé instalar 2.000, que estarán funcionando durante cada uno de estos años y serán atendidas por la conselleria de Medio Ambiente y el Consorci per a la Recuperació de la Fauna Salvatge (Cofib).

Este aumento será posible gracias a una partida del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) destinada expresamente a Ibiza para este fin y que está dotada con 853.000 euros. El dinero se dedicará a la adquisición de las nuevas trampas, lo que se hará a través del correspondiente concurso administrativo.

Cinco técnicos, provistos de tres vehículos y a lo largo de los tres años citados, son las cifras básicas de este proyecto para la isla de Ibiza, que ya ha sido aprobado.

De hecho, el veterinario del Cofib Víctor Colomar señaló que estas nuevas jaulas han de estar instaladas para la primavera. Se trata de las mismas trampas que han venido utilizándose hasta ahora.

Serpientes invasoras

Colomar destacó que estas 2.000 jaulas no incluyen las que puedan instalar otras administraciones o colectivos particulares, pues se trata de una acción más para añadir a las que ya puedan llevarse a cabo por otras vías.

El veterinario señaló que mediante esta iniciativa no se aspira en realidad a erradicar la plaga de las serpientes invasoras de Ibiza, «cosa que no es posible ni en tres años, ni seguramente en muchos más».

El objetivo, añadió es «lograr que quede una densidad de serpientes lo suficientemente baja que permita la supervivencia de la lagartija ibicenca», que es la especie, con diferencia, más amenazada como consecuencia de la expansión de estos ofidios. Dicha propagación tuvo su origen en la llegada, sin ningún control por parte de las administraciones, de olivos desde la Península que llevaban incorporados en sus raíces estos animales.

Desde que comenzaron los trabajos para la captura de estas serpientes en Ibiza, en 2007, se han exterminado alrededor de 7.000 «y ahora se trata de dar un buen empujón a esta cifra», comentó Colomar.

En 2020 se han capturado 875 ejemplares en la isla de Ibiza y 494 en la de Formentera, según las cifras que facilitó ayer el conseller autonómico de Medio Ambiente, Miquel Mir, respondiendo a una pregunta formulada en el Parlament por un diputado de Ciudadanos.