La epidemia de la Covid-19 cortó en seco la preocupante tendencia al alza que evidenciaba el suministro y consumo de agua potable en la isla de Ibiza, cuyo incremento siguió disparado hasta el mes de marzo, como ponen de manifiesto las estadísticas de la Agència Balear de l'Aigua (Abaqua) del Govern balear, el organismo que gestiona las potabilizadoras de la isla.

Estas plantas, que suministran la mayor parte del agua potable que se consume en Eivissa, produjeron hasta un 36% más de agua en el mes de enero de este año respecto al mismo periodo del año anterior. En febrero esa subida se elevó aún más, hasta llegar a un 40%. Incluso en marzo, que ya estuvo parcialmente afectado por el confinamiento, se registró una subida del 24% respecto al mismo mes del año anterior. En cambio, en abril ya se observó una bajada del 5,3%.

En el mes de mayo, la caída de agua suministrada a la red en alta alcanzó el 16,5%, porcentaje que ya era del 23,7% en junio y del 15% en julio. El promedio de bajada durante todo el periodo de la pandemia, de abril a julio (ambos incluidos) es del 16% en la isla de Ibiza, según los datos de Abaqua, que no cuenta aún con las cifras de agosto.

Esta es la bajada producida en el agua en alta, es decir, la que circula por la red gestionada por el Govern balear, que en Ibiza son fundamentalmente las desaladoras (Vila, Sant Antoni y Santa Eulària y sus respectivas canalizaciones). Pero los ayuntamientos, que gestionan la red en baja (a los domicilios) han notado también este descenso. En el caso del municipio de Sant Josep, Aqualia informa de que la caída durante estos meses ha rondado el 25%.

La directora general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joana Maria Garau, atribuye esta bajada al descenso del turismo registrado este verano con motivo de la epidemia. «El hecho de que no se haya activado la hostelería como otros años hace que el consumo haya bajado», afirma.

Formentera

En la isla de Formentera, la bajada aún ha sido mayor, puesto que en conjunto es del 40,8 por ciento, si bien se han llegado a registrar descensos del 57% en el mes de mayo. Ya desde enero, aún sin pandemia, las cifras respecto al año anterior eran de reducción en el consumo de agua.

Otro de los indicadores que han notado una mejora en la situación es el Índice de Sequía, que este año, según Garau, se mantiene «mucho más estable» que en veranos anteriores, de tal modo que la prealerta por sequía en Ibiza no se activó hasta el mes de julio, «cuando el año pasado se produjo ya en el mes de mayo, es decir, mucho antes». Es decir, la situación de equilibrio que se registraba hacia el mes de noviembre ha logrado mantenerse hasta julio, algo que no es habitual, afirma Garau.

En cuanto a las reservas de agua subterránea de Ibiza, el promedio de todas ellas se mantiene en niveles muy parecidos a los del año anterior, en torno al 45% de su capacidad, aunque en la isla de Formentera, que solo tiene una masa de agua, la mejora de su reserva ha sido del 61%, frente al 46% del año pasado, según los datos referidos al mes de julio. En el conjunto de Balears, las reservas han mejorado un 15% respecto al año anterior.

Aunque aún no dispone de datos, la directora general de Recursos Hídricos da por seguro que las depuradoras de las islas han visto también reducida su actividad estos meses de verano.