Una tortuga boba (Caretta caretta) apareció muerta ayer en la playa de sa Roqueta de Formentera. La Guardia Civil avisó a los servicios de medio ambiente del hallazgo y el biólogo Manu San Félix se encargó de retirar el cuerpo. Según el experto, el quelonio era un ejemplar joven, de unos dos años y 25 centímetros de caparazón.

San Félix calcula, además, que la tortuga lleva muerta alrededor de dos semanas y aparentemente, no tiene ningún anzuelo clavado. La semana que viene se le practicará una necropsia con el veterinario Lorenzo Córdoba para comprobar si, como teme el biólogo, su muerte se ha podido producir por la ingesta de plásticos.

La Caretta caretta está incluida en la lista de animales amenazados en peligro de extinción de la Directiva de Hábitats, el Convenio de Barcelona y el Convenio de Especies Migratorias.