El Ayuntamiento de Sant Josep anunció ayer, a través de una conferencia de prensa que se realizó de forma telemática, que va a revisar el estado de la estructura de las cien viviendas que conforman los apartamentos Don Pepe, en la playa de es Codolar, dentro del Parque Natural de ses Salines, porque existe peligro de derrumbe. Según explicaron el alcalde Josep Marí Ribas y el concejal de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, la decisión llega tras «el derrumbe de un forjado del techo de una vivienda».

Ayer por la mañana, frente a los apartamentos, el dueño de esta vivienda, Juan Francisco del Valle, relató que el derrumbe se produjo el pasado sábado. «Vinieron los bomberos y dijeron que era grave pero que tenía solución, que no había que apuntalar, ni desalojar, que no entraran en la habitación donde se había producido el derrumbe y ya está», dijo este vecino, que junto con su esposa tiene dos viviendas en la zona afectada por el desplome del forjado.

Ellos, con sus hijas, viven en uno de los pisos, y el otro, en el que se produjo el derrumbe, lo tienen alquilado. «También hablé con mi seguro, que me puso en contacto con un perito ingeniero que vino y dijo que el problema era aparatoso pero que tenía solución», añadió del Valle. «A continuación nos pusimos en contacto con la arquitecta de la comunidad y dijo lo mismo, que no era necesario tanto alarmismo, pero claro, los bomberos tuvieron que dar parte al Ayuntamiento», lamentó este vecino.

Los arquitectos revisaron la zona y Sant Josep ordenó el desalojo de diez pisos de la escalera 1 del bloque A de los Don Pepe (son dos bloques). Según la concejala de Bienestar Social, Ana Ribas, en total fueron desalojadas 14 personas, de las que siete fueron realojadas en establecimientos hoteleros de Platja d'en Bossa. Es el apartahotel Bon Sol Prestige, donde ayer por la mañana el gerente dijo que en realidad han sido realojadas diez personas, no siete, en seis apartamentos.

«Las catas son un paripé»

«Las catas son un paripé»

Del Valle denunció que tras la decisión del Ayuntamiento hay «un interés de sacar a todo el mundo para tirar los dos bloques con sus cien viviendas». «Hablaré sinceramente: las catas son un paripé, ni más ni menos, porque lo que quiere [Sant Josep] es sacar a todo el mundo de aquí para tirar esto, es lo que están intentando desde hace años, lo han intentado varias veces porque hay un interés», remarcó Del Valle. «Es por eso por lo que siempre nos han negado los permisos que hemos pedido para arreglar nuestras viviendas», denunció.

Según Del Valle, y otros vecinos que no se atrevieron a dar su nombre, el Ayuntamiento aprovecha este derrumbe para desalojarlos «por interés y politiqueo».

La única obra autorizada, dijo Del Valle apoyado por al menos otros dos vecinos, es la que se autorizó a AENA hace cinco años para que pusiera ventanas nuevas para reducir el ruido de los aviones, ya que la pista del aeropuerto está a unos centenares de metros en línea recta. «Nos comunicaron que teníamos que abandonar las [diez] viviendas [lo cual hicieron el jueves a última hora de la tarde], pero ¿dónde nos vamos, qué hacemos, qué va a pasar con nuestra vida? Yo tengo dos pisos, dos hipotecas, hay gente en mi bloque que tiene tres pisos, y no nos dan contestación en el Ayuntamiento, ni ninguna solución, nos han reubicado en los apartamentos Bon Sol y estamos allí, con mis dos hijas y mi mujer. Nos han dicho que tenemos un plazo de un mes para estar allí. Pero, ¿y después?», se pregunta Del Valle.

En el mismo sentido se expresa Alejandro Górriz, otro de los vecinos, así como otro propietario que prefiere no decir su nombre. Ambos piensan que hay un interés por parte del Ayuntamiento por derribar estos dos enormes edificios que construyeron en los años 60 pilotos de Iberia constituidos en cooperativa, mucho antes de que la zona fuera declarada Parque Natural. Ambos temen que el objetivo del Ayuntamiento sea desalojar los cien pisos. «Si el Ayuntamiento me dice que me consigue una casa, bien; pero no es así, y con la que está cayendo, con el Covid-19, con todo el mundo metido en los ERTE...», advirtió Górriz, que recuerda que los propietarios tienen que seguir pagando sus hipotecas. Este vecino también denuncia que Sant Josep nunca les ha permitido arreglar sus casas.

«Esto tiene arreglo pero no hay voluntad por parte del Ayuntamiento», criticó. «Sant Josep se escuda en que este edifico está fuera de ordenación urbanística, que es alegal, y que esto lo diga un Ayuntamiento socialista, progresista entre comillas, que se aferra a esto para dejar a los vecinos en la calle...», remarcó Górriz. «Nosotros somos trabajadores y cuando compramos el piso a través de hipoteca, el banco envió un tasador que hizo todos los informes y el bando por eso dio el ok», razonó. «Si este edificio fuera ilegal nunca nos habrían dado un préstamo, porque yo conozco a gente que ha querido comparar pisos ilegales y no les han dejado [hipoteca] y aquí el Ayuntamiento nos cobra los impuestos», manifestó.

Según el Ayuntamiento, el estudio que llevaron a cabo los arquitectos determinó que se debía desalojar toda una escalera, donde están los diez inmuebles, con el fin de «salvaguardar a las personas», en palabras del alcalde. Además, dijo Marí Ribas ayer desde el Ayuntamiento, se ha ordenado el apuntalamiento de los diez pisos, y en los próximos días se realizarán catas en el resto de inmuebles para conocer «el grado de afectación».

Los apartamentos Don Pepe constan de dos edificios con cinco escaleras de diez viviendas cada una. Cada uno de los dos bloques tiene cinco plantas de altura que se ubican no solo en las inmediaciones del aeropuerto sino también dentro del área del Parque Natural de ses Salines, de manera que el concejal de Urbanismo se refirió al «importante» ambiente salino en el que se encuentra esta edificación. Tanto Marí como Guerrero destacaron que la solución del edificio es «complicada», a diferencia de lo que dicen los vecinos, debido a que el inmueble afectado se encuentra fuera de ordenación, por lo que «no se pueden hacer reformas de consolidación». Guerrero dijo que «lo más probable» es que el resto de pisos del edificio afectado también sufran «la misma patología». El concejal de Urbanismo recordó que, en su momento, se otorgó licencia para la construcción de un solo edificio.

El gerente de los apartamentos Bon Sol dijo que las personas desalojadas llegaron a sus nuevos alojamientos el jueves por la noche cargados con mucho equipaje, y que, sin embargo, las estancias son bastante pequeñas.