El Ayuntamiento de Santa Eulària suspenderá este verano la aplicación general de la ordenanza que regula la paralización de obras en el periodo estival y permitirá los trabajos de este tipo siempre que no se encuentren en las proximidades de establecimientos hoteleros en funcionamiento o que, por su tipología, puedan suponer molestias importantes a los vecinos. De este modo se espera poder dar un impulso a la actividad económica y la ocupación ligada a la construcción de forma que se pueda compensar la bajada del sector turístico por la crisis derivada del coronavirus, al tiempo que se favorece a los negocios que necesiten de reformas para poder adaptarse a la nueva situación o hacerse más competitivos.

Esta medida se adopta ante la paralización de trabajos al sector de la construcción, las dificultades que pueden tener las empresas constructoras para contar con material suficiente de protección (o cualquier otra limitación que se pueda establecer para garantizar la prevención de los contagios) y, sobre todo, las dificultades económicas que muchas personas pueden experimentar. La idea es que alargando los plazos disponibles para trabajar se pueda facilitar la realización de las obras, de forma que esto pueda generar más ocupación y actividad económica, además de suponer un respiro en estos momentos.

La suspensión temporal de la ordenanza municipal de paralización de obras durante la temporada estival de 2020, a propuesta del Equipo de Gobierno, que se llevará al primer pleno que se pueda celebrar para su aprobación por todos los grupos, no representa abrir la mano para permitir cualquier actividad constructiva favoreciendo posibles abusos. Se trata de una medida de impulso de la economía local suspendiendo una normativa necesaria en tiempo de actividad normal del sector turístico, pero que ahora podría ser perjudicial dada la falta de actividad económica.

Como siempre, el primer requisito para ejecutar una obra es que esta tenga todos los permisos y que cumpla con las medidas de seguridad que se estipulen para prevenir contagios de coronavirus.

La ordenanza que se quiere suspender estipula de forma general que, entre el 1 de mayo y el 15 de octubre, en las zonas alrededor de instalaciones turísticas no se permiten los trabajos constructivos molestos siguiendo determinados parámetros y criterios. Con esta modificación, se suspende su aplicación generalizada y lo que se hará es estudiar caso por caso para determinar si se encuentra en las immediacions de un establecimiento hotelero abierto y en funcionamiento y si los trabajos son de un tipo que pueda implicar molestias por los visitantes y residentes. De este modo, se busca compatibilizar la actividad turística, que se ha visto mucho mermada por la situación actual, y la constructiva en unos tiempos con unas condiciones muy difíciles económica y laboralmente.

La propuesta también incluye la posibilidad de dejar sin efecto esta modificación en determinadas zonas una vez iniciado el periodo estival, de forma que la autorización de una obra a una determinada fecha no imposibilite su suspensión más adelante porque pase a considerarse susceptible de generar molestias a turistas o vecinos.

Por otro lado, entre las medidas a tomar, el Ayuntamiento está estudiando la viabilidad de ampliar las licencias de construcción en un plazo equivalente al plazo en el que haya estado vigente el estado de alarma o el tiempo que legalmente se tenga que habilitar para dar más facilidades a que los promotores y constructores de las obras puedan completarlas de forma que se adapten de mejor manera a las dificultades actuales de financiación, personal o material.