El Consell de Ibiza propone que los taxímetros dejen de funcionar (subir el precio de la carrera) cuando los vehículos superen la velocidad de 100 kilómetros por hora. Esta es la pionera medida que contempla la propuesta de la nueva orden de carga y descarga del sector del taxi que el departamento de Movilidad que dirige el vicepresidente segundo, Javier Torres, de Ciudadanos, ha remitido a los ayuntamientos.

La institución revisa la orden de carga y descarga para incorporar el uso del sistema de geolocalización (GPS), al objeto de que todos los municipios cuenten con las mismas reglas del juego. Para forzar la reglamentación del uso del GPS en toda la isla, Vila ya ha ordenado que los dos operadores de GPS en el municipio no ofrezcan servicios a taxistas de fuera.

El director insular de Transportes, Roberto Algaba, explica que la medida que se plantea para tratar de evitar el exceso de velocidad de los taxistas se debe a «las quejas de los usuarios» por esta cuestión. «Tenemos que velar por la seguridad. Además de que no se cumple la normativa de tráfico [cuando se supera la velocidad permitida], los clientes, que ponen en riesgo su seguridad, pagan por ello», justifica Algaba.

Como todavía no existe una aplicación que identifique el máximo de velocidad permitido en cada vía de la isla y tampoco hay ninguna carretera en la que se pueda circular a más de 100 kilómetros por hora (sólo en dos tramos de la autovía de Sant Antoni se puede alcanzar este límite), el Consell opta, para empezar, por que se programen los taxímetros para que cuando se rebase este límite no siga subiendo el coste de la carrera.

Denuncias de Tráfico

Denuncias de Tráfico

Más adelante, según Algaba, cuando se disponga de una aplicación que reconozca el máximo de velocidad permitido en cada vía, incluso las urbanas, el taxímetro se congelará cuando se supere el límite que define la normativa.

El director insular de Transportes, que es funcionario de Tráfico, destaca las denuncias que se registran cada año a taxistas por exceso de velocidad. Sobre todo, insiste Algaba, es una medida para garantizar la seguridad del usuario. «A veces a un cliente le puede dar vergüenza advertir al taxista de que va a 140 por hora. De esta manera, podemos asegurar que el conductor no rebase los 100 kilómetros por hora», indica el director insular de Transportes, que asegura desconocer si se aplica en otros sitios.

Algaba apunta que esta novedad también beneficia a los propietarios de los taxis, ya que también sirve para controlar que el chófer cumple la normativa y «evita el posible pago de sanciones».

En cuanto a la regulación de la orden de carga y descarga, la propuesta del Consell es que se mantenga el mismo sistema que ahora, pero con la incorporación del GPS. Es decir, que cuando se produzca una solicitud de servicio a través del GPS, si a 100 metros a la redonda hay una parada, le corresponderá al taxi que esté estacionado y si no hay parada, responderá el que esté más cerca, indistintamente del municipio al que pertenezca.

La orden de carga y descarga actual contempla que un taxi de fuera del municipio no puede estacionar en una parada si hay otros vehículos del municipio y, al mismo tiempo, no puede cubrir un servicio solicitado a pie de calle si no se produce a una distancia de 100 metros de la parada. Ahora, el Consell pretende que se funcione igual con la incorporación del GPS. Esta propuesta se debatirá la semana que viene con los ayuntamientos.

Subida de las tarifas

Subida de las tarifas

El Consell también pretende alcanzar un acuerdo con los taxistas y los ayuntamientos sobre el aumento de las tarifas, que no se revisan desde 2013, ni siquiera la subida del IPC. Los taxistas ya han presentado un informe en el que cuantifican la subida, pero el Consell también quiere analizar lo que se ha hecho en Mallorca. «Ya veremos, no puedo decir ninguna cifra, pero por lo menos se aplicará el incremento del IPC», indica el director de Transportes.

Asimismo, Algaba apunta que, una vez aprobada la orden de carga y descarga, el Consell abordará con los ayuntamientos la revisión del reglamento de funcionamiento del taxi y que en ese momento se pondrá sobre la mesa la cuestión de los descansos de los conductores. «Estamos de acuerdo en que hay que descansar y en que no se pueden hacer jornadas de 14 horas y que hay que controlarlo por una cuestión de seguridad. No entendemos que en unos municipios se cumpla y en otros no porque provoca competencia desleal. Hay que buscar una fórmula en la que todos estemos lo más de acuerdo posible».