La empresa ganadora del concurso por el que se ha adjudicado la gestión del puerto deportivo de Marina Botafoch, Ocibar, asegura que su planteamiento de cara a la transición en la gestión de la marina es ofrecer «continuidad» a amarristas, arrendatarios de locales y servicios y a los propios trabajadores del puerto.

Por su parte, la Autoridad Portuaria de Balears (APB), ante las críticas de la gestora actual y de la Comunidad de Titulares del puerto, aseguró ayer que no tiene por qué haber ningún problema en el proceso de traspaso de la gestión. Mientras los titulares de la marina consideran que puede ser un proceso «caótico» en plena temporada turística, desde la administración de los puertos de interés general en Balears aseguran que no se trata de nada nuevo: «La concesión se acaba el 31 de julio, así que un día acabará una y al día siguiente estará la nueva. No es un proceso nuevo, tuvimos un cambio en Formentera y un día dejó de trabajar una empresa y al día siguiente empezó otra. Por supuesto, en estos procesos hay un periodo de adaptación y nosotros siempre intentamos que la transición sea lo más ordenada y amistosa posible. Intentamos que las dos empresas se pongan de acuerdo para que el servicio a los usuarios no se vea afectado», explicó un portavoz de la APB.

En este sentido, la directora de la empresa ganadora del concurso, Ocibar, Isabel Teruel, afirmó: «Aunque no tenemos ninguna información y, por tanto oficialmente, aún no somos la nueva concesionaria, sí que tenemos un plan de choque preparado para la transición. Parte de este plan es dar continuidad a los amarristas, a los arrendatarios y a los propios trabajadores del puerto, puesto que ellos lo conocen mejor que nosotros. Nuestra intención es que el cambio se note lo menos posible y así los usuarios no tengan problemas».

Desde la APB explicaron que la oferta de Ocibar era «la más ventajosa paras el interés público». «La concesión a Ocibar fue una decisión del Consejo de Administración que siguió las recomendaciones de la comisión técnica. Es un proceso en el que se asigna una puntuación según varios criterios, entre los que el económico no tiene por qué ser el más importante», explicó el portavoz.

Sin embargo, en el propio pliego de condiciones que publicó la APB con la apertura del concurso para conceder la gestión del puerto, la oferta económica sí que tenía el mayor peso. En el documento se especifica que a la «cuantía del importe total de la mejora de la tasa ofertada» se le asignaría una puntuación que sería mayor para la cuantía más elevada. Este punto, indica el pliego, tiene un coeficiente de ponderación de 8, el más elevado de los cuatro requeridos.

Los otros tres son el rigor en la memoria económica y financiera, con un coeficiente de 6; la adecuación de la planificación de los servicios al entorno y los medios materiales y humanos propuestos, con un coeficiente de 3, y, por último, la cuantía de las tarifas máximas propuestas, con un coeficiente de 3, y que asignaba mayor puntuación a la menor cuantía.

Ante estos criterios, la empresa actual solicitó de la APB que explicara cómo se habían puntuado los criterios mencionados, ya que según defienden ellos presentaron una oferta económica mayor a la de Ocibar y unas tarifas inferiores.

Desde la Autoridad Portuaria aseguraron ayer que el expediente del concurso está a «disposición de cualquiera que lo quiera consultar», aunque eso sí, de forma presencial. No dejan opción a que nadie que no esté en Mallorca, donde está sede de la APB y el expediente, lo pueda consultar telemáticamente, a pesar de que en su web hay otros procedimientos colgados.