Enviar a un hijo a estudiar al campus de Palma de la Universitat de les Illes Balears (UIB) cuesta un promedio de 1.100 euros al mes, que se destinan sobre todo a costear el alojamiento y los vuelos, según el cálculo efectuado por las familias de varios universitarios consultados por este diario. En cambio, un alumno mallorquín que estudie en esa misma universidad apenas tiene más gastos que la matrícula anual y los libros. Pese a tan clamorosa desigualdad en una misma comunidad autónoma, las ayudas que tiene aprobadas el Govern balear para subvencionar a universitarios son exiguas y, además, acaban por no beneficiar a casi ningún pitiuso.

Ello es así porque uno de los requisitos establecidos por dichas subvenciones del Govern consiste en excluir a aquellos estudiantes que puedan tener otras ayudas concedidas por los consells insulares. Dado que las cantidades que abona el Consell ibicenco son superiores a las que otorga el Govern, la inmensa mayoría de ibicencos opta por las subvenciones del Consell y debe renunciar a las del Govern. Pero aunque fueran compatibles ambas ayudas, sumándolas seguirían representando una compensación ínfima para los gastos anuales que afronta cada estudiante. De hecho, sólo darían para cubrir 40 días de estancia en Mallorca. Las del Consell rondan los 900 euros anuales y las del Govern, los 600.

El Govern balear ha destinado este curso universitario un total de 450.000 euros para subvencionar a estudiantes que tengan que salir de su isla para cursar su carrera. Del total de 698 alumnos subvencionados, 626 fueron de Mallorca, 42 de Menorca, 28 de Eivissa y 2 de Formentera. La mayoría de estas ayudas fueron de 600 euros cada una. También se prevén deducciones fiscales que pueden llegar a los 1.600 euros anuales para rentas bajas.

Por su parte, el Consell de Ibiza ha otorgado, de sus propios fondos, en el mismo curso académico un total de 600.000 euros a unos 600 estudiantes, a razón de 939 euros de ayuda anual a cada uno, en la inmensa mayoría de los casos. Cerca de un centenar ha quedado excluido, según figura en la correspondiente resolución.

De este modo, el verdadero esfuerzo económico para compensar los costes de esta doble insularidad acaba recayendo sobre las arcas insulares de Eivissa, y no sobre las del Govern, pese a que la UIB está sufragada por el Ejecutivo regional, al que los ibicencos y formenterenses pagan parte de sus impuestos.

En la actualidad, según ha confirmado la Universitat de les Illes Balears, hay 105 estudiantes de Ibiza y 7 de Formentera estudiando en el campus de Palma.

Frente a la facilidad de alojamiento que tienen los mallorquines en su propia isla, los pitiusos deben optar por alquilar una vivienda o bien hospedarse en la residencia oficial que tiene la propia UIB en el campus de Palma. Sus tarifas no son precisamente baratas, pues rondan los 800 euros al mes incluyendo todos los conceptos, según figura en su web. Aun así, los ibicencos y formenterenses no tienen otra alternativa y acaban copando el 40% de las plazas que tiene esta residencia, según los datos del propio centro.

Se da la circunstancia de que la falta de ayudas efectivas desde el Govern a los universitarios pitiusos se produce cuando, precisamente, el Govern ha aumentado un 12,4% su asignación a la UIB. En concreto, en 2019 le destinará 8,5 millones de euros más, según anunció Educación.

El Govern asegura que para el año próximo intentará mejorar el régimen de ayudas.