Cuando el británico Darren Pugh falleció en Ibiza hace 22 años al caer por un balcón mientras pasaba unas vacaciones en la isla su padre Teifryn se dedicó a mantener viva su gran pasión: las flores.

El joven tenía especial predilección por los crisantemos, que cultivaba y con los que se presentaba a certámenes en Gales.

Tras el trágico fallecimiento de su hijo, Teifryn se ha estado presentando cada año al campeonato nacional de crisantemos que organiza la National Chrysanthemum Society que Darren ganó en 1995, un año antes de morir en Ibiza.

El padre, de 75 años, ha conseguido ser subcampeón del certamen durante los últimos nueve años, pero solo el nombre del ganador aparece grabado en la copa que se entrega y su máxima ilusión era que algún día su nombre estuviese junto al de su hijo.

Por fin, lo ganó

Por fin, lo ganóA principios de este mes Teifryn hizo realidad su sueño y sus crisantemos han ganado el certamen nacional.

"Las flores me acercan a mi hijo", explica el padre a un periódico de Gales. "Si no vuelvo a ganar no me va a molestar -añade-. Mi nombre ya está junto al de mi hijo en la copa, y somos los primeros padre-hijo en ganar este certamen".

Cuando falleció su hijo al principio sólo se limitaba a regar las flores, pero a medida que pasó el tiempo creció su amor por la horticultura y germinó la idea de honrar la memoria de su hijo ganando el campeonato.

En la copa se ve el nombre de Darren. Ahora también está grabado el de su padre.

La competición consistía en presentar cinco jarrones con cinco variedades distintas de crisantemos. De esos cinco, tres llevaban el nombre de su hijo, 'Darren'. Se trata de una variedad que creó un amigo de la familia y con la que ahora el padre ha ganado el campeonato.

La muerte de su hijo fue doblemente traumática ya que, tal como cuenta la madre, le notificaron su fallecimiento cuando volvían del funeral de su propia madre, la abuela de Darren.