Un accidente de tráfico ocurrido en la madrugada de ayer en la carretera que une Sant Joan con Sant Miquel se saldó con un motorista herido. Sin embargo, lo curioso de este caso es que cuando los sanitarios del 061 llegaron al lugar del suceso, sobre las 1.30 horas, allí sólo estaba la conductora del coche. Ni rastro de la persona que iba en moto.

Cuando la ambulancia llegó al lugar del accidente (del que informó ayer Radio Ibiza Ser), los sanitarios del servicio de urgencias del 061 comprobaron que había sangre en la calzada, cerca de la moto siniestrada, según explicó un portavoz del Área de Salud pitiusa a este diario. La conductora, por su parte, no resultó herida y no sabía dónde estaba el motorista. Por tanto, como el motorista había desaparecido, la ambulancia no pudo trasladarlo a ningún hospital ni servicio de urgencias.

Unas dos horas después se resolvió el misterio, ya que los sanitarios del 061 descubrieron que el motorista herido había llamado a su pareja para explicarle lo ocurrido y que había sido ella quien le había trasladado al Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Santa Eulària.