Joel Blasco Costa, un joven de 19 años que se desplaza en silla de ruedas, va a presentar una reclamación, junto con su amiga Rosa Rodríguez, contra la naviera Baleària, que ayer por la mañana no le permitió embarcar en el 'Formentera Direct', ferri que debía tomar para acudir a una de sus sesiones en un quiropráctico de Ibiza. Blasco acudió ayer por la mañana al puerto de la Savina, en Formentera, para tomar el barco a Ibiza, pero el personal de la naviera no le dejó subir.

Desde el gabinete de prensa de Baleària confirmaron ayer que el 'Formentera Direct' no tiene capacidad para viajeros con movilidad reducida. La naviera argumentó que 16 de los 32 enlaces diarios que, actualmente, tiene esta compañía entre Ibiza y Formentera cuentan con capacidad para viajeros en silla de ruedas. Pero el problema, explicó Blasco, es que uno no elige la hora del quiropráctico y, por tanto, tampoco resulta sencillo hacer coincidir la cita con la salida de un ferri entre las Pitiusas que sí disponga de capacidad para personas con movilidad reducida, a diferencia del 'Formentera Direct' de Baleària.

Normalmente, señaló el joven, acude a los ferris acompañado de amigos que le pueden subir, de manera que no necesita que el barco disponga de elementos especiales para viajeros en sillas de ruedas. «Pero esta mañana [en referencia a ayer] no ha habido manera, no me han dejado subir de ninguna de las maneras», relató Blasco.

Indignación por lo ocurrido

Una amiga del joven que sí pudo tomar el 'Formentera Direct', Rosa Rodríguez, llamó ayer por la mañana a este diario para mostrar su indignación por lo ocurrido. «Lo hemos intentado de varias formas, y podría haber subido al barco, pero no le han dejado», dijo. «¡En Baleària deberían ver la cara que se le quedó al chico cuando no le dejaron subir!», criticó Rodríguez, que ayudará al joven a presentar la queja en la naviera. Desde Baleària, por su parte, dijeron que Blasco ya sabía que este barco no cuenta con las medidas necesarias para pasajeros en silla de ruedas y también que, si en lugar de acudir directamente al barco, hubiera pasado por taquilla o llamado por teléfono, se le habría informado. Al respecto, Blasco dijo que, efectivamente, en otra ocasión no pudo subir a este barco, pero esa vez no le importó, ya que viajaba de Ibiza a Formentera y no dependía de llegar a tiempo al quiropráctico.

Ayer, de pura casualidad, pudo retrasar la consulta y, gracias a un ferri de Trasmapi, consiguió llegar a tiempo a la consulta y regresar a Formentera.