La isla de Ibiza tiene la vivienda de segunda mano más cara de toda España, según demuestra el detallado estudio que realiza anualmente el portal inmobiliario pisos.com y que, en su última edición de diciembre de 2017 corrobora este dato sin matiz de ningún tipo.

El ranking de los municipios españoles con la vivienda usada más cara está encabezado por el de Ibiza, pero el siguiente en la lista es Sant Josep de sa Talaia, el tercero es Santa Eulària y el cuarto, Sant Antoni. Sitges (Barcelona) es el quinto y Hondarribia (Guipúzcoa), el sexto. Ningún otro municipio de Balears, ni siquiera Palma, aparece entre los veinte municipios más caros del país, salvo el menorquín de Sant Lluís, en el puesto número nueve.

En concreto, en diciembre de 2017 el precio del metro cuadrado en el municipio de Ibiza era de 5.284 euros, de 5.046 en Sant Josep, 4.120 en Santa Eulària y 4.106 en Sant Antoni. Todos los demás municipios españoles que vienen a continuación ya están por debajo de los 4.000 euros. Los más baratos en los que se puede encontrar una vivienda usada son Linyola (Lleida), con sólo 537 euros el metro cuadrado, Yecla (Murcia), con 562 o Lorquí, también en Murcia, con 596 euros.

Fuertes aumentos en un año

Sin embargo, lejos de irse atenuando esta escalada de precios, todo hace presagiar que continuará aumentando, ya que las cifras correspondientes a la isla de Ibiza suponen importantes subidas con relación al año anterior. De este modo, los 5.284 euros de Vila de este año suponen un aumento del 11,8% respecto a 2017, mientras que los 4.106 de Sant Antoni representan una subida interanual del 15,70%. En Sant Josep, el aumento alcanza nada menos que el 20,2% respecto al año anterior. Santa Eulària experimentó el incremento más atenuado de la isla, con un 4%. No se ofrecen cifras de Sant Joan ni de Formentera, por lo reducido de la muestra disponible de viviendas en ambos municipios.

La estadística demuestra lo que ya todos saben: que la isla de Ibiza está convirtiéndose en un lugar prohibitivo para encontrar una casa para vivir, pero con el agravante de que la situación no parece suavizarse.

Palma, la mitad que Ibiza

Dentro de Balears, ninguna ciudad se acerca a Vila. Palma de Mallorca presenta un precio medio de 2.383 euros y Maó se queda en 1.984. Pero también las principales capitales españolas quedan por debajo de los astronómicos precios ibicencos. De este modo, el metro cuadrado de vivienda de segunda mano cuesta en el municipio de Barcelona 3.890 euros, mientras que en Madrid el precio es de 3.024 euros y en Bilbao, de 2.925. San Sebastián se cotiza a 3.755.

La rotundidad de las cifras ibicencas resiste incluso la comparación con unidades territoriales más pequeñas que el municipio: los distritos. Los más exclusivos y caros de España, como el barrio de Salamanca (Madrid) y Sarrià-Sant Gervasi (Barcelona), no llegan tampoco a alcanzar los precios de Vila.

En concreto, el metro cuadrado en el barrio de Salamanca se cobra a 5.225 euros, levemente por debajo de Vila. Chamartín figura con 4.660 euros y el centro, con 4.368. Sarrià-Sant Gervasi tiene una media de 5.164 euros y les Corts, 5.085. Las zonas más caras de la ciudad de Valencia, como el Eixample, se venden a 2.686 euros el metro cuadrado.

Todas estas cifras corresponden al precio de venta de las viviendas, no al de compra, e incluyen todo tipo de casas, pisos, chalets, áticos y similares, y se han descartado municipios con menos de 32 anuncios publicados, motivo por el que no aparecen todos los de España.

Las localidades más baratas de Balears para comprar un piso de segunda mano son Santa Margalida (1.746 euros), sa Pobla (1.271), Manacor (1.757), Lloseta (1.429) e Inca (1.405), todas ellas en la isla de Mallorca.

Balears fue durante el mes pasado la comunidad autónoma donde más subió el precio de la vivienda de segunda mano, con un incremento anual del 7,73 por ciento. Además, las islas fueron la segunda autonomía más cara del país, únicamente por detrás del País Vasco.

Las cifras dadas a conocer por este informe coinciden con las de otros estudios, tanto de empresas privadas como de instituciones públicas, que destacan la enorme carestía de la vivienda en la isla de Ibiza.

Ayer mismo, este diario informaba sobre el repunte de la actividad hipotecaria en las Pitiusas, puesto que en 2017 aumentó un 41% el importe de los inmuebles hipotecados en Ibiza y Formentera. De los 370 millones de euros en hipotecas que se registraron en 2016 se pasó a 524 en 2017, es decir, casi 154 millones de euros más. Se trata de la mayor cantidad hipotecada en los últimos nueve años, según las cifras facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística a través del Ibestat balear.

La mayor parte de los créditos suscritos corresponden a fincas urbanas, pero las del suelo rústico son más caras, aunque sean menos en cantidad.

La lucha contra la especulación derivada del alto precio que están alcanzando las viviendas es una de las prioridades de las instituciones públicas, mediante la construcción de viviendas de protección social. Sin embargo, todo ello se muestra insuficiente para frenar la escalada de precios que se da en las Pitiüses y que está retrayendo a muchas personas de la Península de trasladarse a vivir aquí, e incluso está forzando la salida de muchas familias.