«Ni monopolio ni nada. Todo tiene un límite». El propietario de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, Francisco Vilás, exige que el Ayuntamiento de Santa Eulària «aplique la ley» y archive el proyecto para construir un complejo sanitario que promueve el empresario farmacéutico Juan Tur Viñas en Jesús. Vilás pretende sentar en el banquillo al alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, por presunta prevaricación al brindar, según denuncia, «un trato de favor» a Tur Viñas para mantener vivo el proyecto pese a que, resalta, es «ilegal».

También niega que con la querella que ha presentado contra el alcalde, los concejales Mariano Juan (Urbanismo) y Pedro Marí (Hacienda) y un funcionario de los servicios económicos del Ayuntamiento pretenda coaccionar a los responsables municipales para que entierren el proyecto de Tur Viñas. Vilás explica que el Consistorio inició la tramitación de la licencia de actividad y de obras sin que se hubieran cumplido ni una de las tres prescripciones «más importantes» que determinó el Consell en 2010 al aprobar la declaración de interés general del proyecto: «la apertura de un vial en ses Feixes de Talamanca, la conexión de la red de alcantarillado a la nueva depuradora y la municipalización de los pozos de Santa Eulària».

El detonante de la querella

Pese a no hacerlo, ni subsanarse las deficiencias detectadas por los técnicos, la tramitación del expediente ha seguido adelante, relata Vilás en su denuncia. «El punto de inflexión» y el detonante de la presentación de la querella se produjo en febrero de este año, cuando salió a exposición pública el proyecto para la obtención de la licencia de actividad, justo después de que, el Ayuntamiento le informara en una reunión, según Vilás, que «el expediente estaba parado y se iba a proceder a su archivo». «Respondimos por escrito que esto ya era una prevaricación y que queríamos que se aplicara la ley», insiste. Se pregunta, además, qué «razón oculta» tiene el equipo de gobierno para seguir adelante pese a «las ilegalidades del proyecto».

Se refiere Vilás, fundamentalmente, a «la falsedad documental» cometida al registrar la parcela (la finca Cas Doctor Martí) para dos usos distintos: la construcción de un chalé (en 2003 obtuvo la declaración de interés general) y el complejo sanitario. Vilás denunciará en la nueva oficina del Govern para la lucha contra la corrupción que, sin segregar la parte de la vivienda, Tur Viñas presentó el mismo terreno para el proyecto del hospital. «En el Ayuntamiento se quedaron pálidos cuando les mostramos los planos y nos dijeron: jaque mate, que el proyecto estaba muerto. Se comprometieron a archivar el expediente y tramitar la nulidad del interés general», explica Vilás.

Por otro lado, Vilás sostiene que el proyecto de Tur Viñas, con «una inversión global de 45-50 millones», es inviable. «El Grupo Policlínica no lo podría asumir. Es un proyecto faraónico, totalmente desproporcionado», indica, al tiempo que, en contra del criterio de Tur Viñas, niega que Ibiza tenga capacidad para dos hospitales privados, más el público de Can Misses.

La Policlínica sufre en invierno

«La Policlínica en invierno padece», reconoce, para argumentar acto seguido: «Hoy en día la medicina es tecnología y ésta exige renovación. Debido a ello, en Ibiza el nivel asistencial es comparable al de muchas capitales de provincia». «Por supuesto que el hospital es un negocio, pero reinvertimos cantidades brutales en tecnología porque, de lo contrario, sería insostenible», agrega.

La puesta en marcha de un segundo hospital privado en la isla supondría, según Vilás, «la muerte de la calidad asistencial porque no se podría comprar la tecnología de última generación». En este punto, Vilás apunta que el nivel de asistencia sanitaria de Ibiza, «con cirugía cardíaca, neurocirugía y que fue pionera con la laparoscopia», no se puede comparar con la de Menorca porque cuenta con «la más alta tecnología».