Abel Matutes Prats (Ibiza, 1977) es director general de Palladum Hotel Group y es propietario del grupo Mabel Capital, que ha creado junto a Manuel Campos y en el que participan Enrique Iglesias, Pau Gasol y Rafa Nadal. El ´delfín´ de la familia Matutes se ha convertido en el hombre de moda del tejido empresarial pitiuso, al frente de exitosos y arriesgados proyectos de hostelería, ocio y restauración en el último lustro, y consolida su posición de emprendedor de vanguardia con la reciente apertura de tres establecimientos de lujo, los restaurantes Tatel y Zela y la discoteca Hï Ibiza.

Ha abierto tres locales de lujo en tres semanas. ¿Busca un Guinness World Record?

No, son cosas que pasan. Hï Ibiza estaba muy planificado, Tatel también y Zela era un proyecto al que llevábamos tiempo dándole vueltas pero no encontrábamos el lugar perfecto, y cuando dimos con él lo hicimos. Es casualidad que los plazos han estado tan cerca, sobre todo de Hï. No quería batir ningún récord, prefiero que sea porque son los más rentables.

En Hï ha hecho una gran inversión tecnológica.

Se ha hecho una gran inversión y una redistribución dentro de las salas para hacerlo más acorde con lo que queríamos. Cualquiera que haya estado habrá visto la gran obra realizada en decoración, es una sala preciosa incluso sin gente y de día, lo que no es normal en discotecas. Ha habido una inversión fundamental en insonorización del techo, paredes y suelo. La gente no lo sabe pero el sonido en el suelo también rebota y afecta mucho a su calidad y no sólo a la que pueda salir fuera del sitio. Hay gente que critica que se ha ampliado Space que considero que se tendrían que dedicar más a temas de medio ambiente y no tanto a temas políticos, y que tienen alguna obsesión con cierta familia. Quiero aclarar que hay mil metros cuadrados construidos menos que antes. Así que de ampliación nada, sólo ha sido remodelación y readecuación de algunos aspectos ilegales que estaban hechos por el antiguo arrendatario. El Ayuntamiento ahí ha hecho su labor y nos ha devuelto a la legalidad.

¿Cree que se ha desvirtuado esta información?

No es una manipulación de información, es desconocimiento de la información de ciertas personas que piensan que el mero hecho de hacer una remodelación significa que estamos ampliando, y es todo lo contrario. Hay 1.000 metros cuadrados menos que antes y no hay ni un solo altavoz en la terraza. Todas las terrazas están concebidas para el relax y para la gente que quiere salir tranquilamente a tomar algo fuera de la sesión. En este tipo de cosas ves que la gente o no se entera de nada o tiene malicia o no sé qué pasa. En este caso creo que se trata de las dos cosas.

¿Pretende diversificar riesgos e inversiones con el grupo Mabel y Palladium Group?

No hay nada más seguro que invertir en Palladium Group, que es una casa que no da una puntada sin hilo, pero no se puede dedicar a cosas que tengan un cierto volumen de negocio. Era una cosa que tenía en mente abrir hace tiempo con mi socio Manuel Campos. Lo pensamos y lanzamos como una aventura empresarial con un amigo, puesto que creí que había nicho de mercado para dar a conocer la comida española. No es por diversificar riesgo, sino por hacer cosas fuera de Palladium Group. Fue algo natural.

Ibiza está en el punto de mira para internacionalizar negocios. Hay una docena de nuevos restaurantes de alta cocina buscando el éxito este verano.

Si triunfas en Ibiza estás en la mente de mucha gente. Es un sitio muy bueno para internacionalizarse tras Londres, Roma, Milán, París y alguna ciudad alemana. Estás expuesto a gente de muchos sitios diferentes y a personas que les ayuda a recordar lo bien que lo pasaron en Ibiza y en su negocio. Es un buen destino.

¿Prevé una temporada como la del año pasado?

Abril y mayo han sido mejores para nosotros. Es pronto para decir cómo serán junio, julio y agosto, que es una parte importante de la temporada, pero si se comportan como esperamos, la temporada será mejor que 2016.

¿Hay nueva burbuja de lujo?

No. Ibiza moriría ni no fuéramos por ese camino. En cuanto el sur del Mediterráneo se calme, todo turista que no esté dispuesto a pagar por una experiencia se va a ir a otros destinos puesto que los precios son más baratos. Por lo tanto, o vamos hacia el turismo de lujo o moriremos. Hace diez años no se podía invertir en Ibiza porque no había retorno de la inversión con el ´todo incluido´, ya que la gente no salía fuera del hotel. Dentro de la compañía incluso se habló de la muerte de Ibizasi no se realizaba un cambio de rumbo. Hay un cambio de rumbo, pero no nos engañemos, tenemos mucho turismo prestado y el segmento del lujo ha aumentado mucho, pero existe una gran parte que sigue sin considerar Ibiza. Todavía hay crecimiento potencial en este sector.

¿Ve riesgos de masificación como ha pasado en Benidorm?

No. Porque el alojamiento está reglado, en muchos casos hemos reducido en un 20, 30, 40% el número de habitaciones y la ocupación por habitación, que también es importante, como otros hoteleros. Vamos a remodelar uno de nuestros hoteles y a reducir en un 50% el número de habitaciones para convertirlo en un cinco estrellas. Eso es disminuir mucho en capacidad pero el cliente que viene gasta más y compensa. Empieza a haber mucha oferta no reglada que está bloqueando la ciudad porque hay una oferta enorme de apartamentos y habitaciones que no son turísticos y se venden como tales. No están reglados ni regulados y finalizados, ni pagan la ecotasa.

¿Es parte del grave problema de la vivienda?

Ha creado un problema en la vivienda y una saturación de la ciudad. Si hay mucha más demanda de vivienda suben los precios, si se permite que haya más oferta bajarán los precios. Se han hecho una serie de leyes que van un poco en contra de esto y han sobrecalentado el mercado con moratorias. Hay dos formas de arreglarlo: la primera, la más sencilla y rápida, es dejar que se incremente la oferta de la vivienda; la segunda, la más complicada y cara de hacer, pero es por donde tienen que ir los tiros: regular las viviendas turísticas ilegales para que la gente alquile para toda la temporada o todo el año a personas que vienen a vivir aquí.

Los empleados se alojaban en los hoteles, pero ahora los hoteleros tienen problemas para conseguir viviendas para sus trabajadores. ¿Qué ha cambiado?

Convertir un hotel de tres a cinco estrellas conlleva una serie de cambios que antes no se planteaban, como hacer un restaurante (antes era un simple bufet), zonas de spa, sala de convenciones, espacios de doble altura, etcétera. Para ello hemos necesitado todo el espacio que antes se utilizaba como vivienda de empleados. Si mejoras las condiciones laborales a la gente le puede compensar vivir fuera del hotel, es igual que pasó hace 20 ó 30 años.

Esos espacios se han utilizado para dotar al hotel de las necesidades de un cinco estrellas. Actuamos ante esta necesidad construyendo 60 viviendas para empleados.

Pero esto no soluciona el problema definitivamente.

Si me pregunta ¿es lo ideal?, le diré que no, sería mejor poder venderlas, pero somos conscientes de que si queremos empleados cualificados necesitamos darles eso.

¿Hacia dónde nos lleva el modelo turístico actual?

Cuando el sur del Mediterráneo despierte estaremos bien posicionados para que no sea una gran competencia para nosotros. Soy bastante optimista en ese aspecto. Eivissa tiene un prestigio de marca que ya le gustaría a muchos destinos tener. Aquí no nos damos cuenta y somos muy críticos. Cuando viajas te das cuenta de que la gente valora lo bien posicionados que estamos, es la marca más cool e internacional. Tenemos que cuidarlo más que nunca, seguir ofreciendo cosas que sorprendan, mejorar la oferta que no tenemos al nivel que deberíamos ofrecer.

¿Estamos matando la gallina de los huevos de oro?

Esa gallina la matamos en los 90 y principios del 2000 cuando no hicimos nada, pensando que los clientes venían solos. Lo único que conseguimos fue cargarnos rentabilidad e inversión. Pensamos que en 2003 se acababa el futuro de la isla. De hecho vendimos una serie de activos porque no veíamos claro el futuro de Ibiza.

¿Los inversores extranjeros que llegan ahora están desplazando al empresario ibicenco?

Lo que hace el inversor extranjero es jugarse su dinero e invertirlo aquí. Aunque sea una competencia más para el bienestar de los ibicencos, es bueno para el tejido económico local. La competencia logra que sobrevivan los mejores y mueran los peores y alguno se queda en el camino, pero lo veo como una forma de mejora. Es un riesgo que tarde o temprano es positivo.

Los grandes empresarios ibicencos siempre han sido recelosos a la hora del relevo generacional y de dejar a sus hijos las riendas de sus negocios. Su caso parece lo contrario.

Aún estamos en ello, sigo aprendiendo de mi padre en muchas cosas. Nos ha dejado carrete y montar mi equipo; sin embargo, todavía tenemos mucho que aprender de la antigua generación. Mi padre es consciente de que la nueva generación ha hecho cosas bien y algunas mal también, lo importante es que ellos lo transmitan y nosotros también.

El nuestro es un relevo generacional tranquilo, natural y muy civilizado. Es muy importante la formación de los hijos. Desde un principio me formé pensando en que ocurriría algún día y me esforcé para que llegase. Hubo una serie de hitos y de formaciones que fueron bien y de forma natural se fue ganando la cuota de poder que mi padre fue cediendo.

¿Es necesaria una reconversión turística en la isla?

No, se está reconvirtiendo sola, sólo tenemos que hacer un plan de lo que queremos en 10 años, lograr que a las inversiones privadas les sigan las públicas. Ibiza está entre los destinos más reconvertidos. Todos tenemos que ir hacia un mismo sitio con el sector público.

¿Cómo ve Platja d´en Bossa?

Mejor que nunca, con algunas zonas a mejorar. La entrada no es digna de la zona que es. Cuando vengo con gente que no ha estado nunca en Ibiza y ven la entrada se sorprenden. Luego, cuando ven la oferta lo entienden. La isla en general necesita una oferta complementaria del mismo nivel que damos en otros sectores. La oferta de ocio nocturno y diurno es espectacular, si me apuras la mejor del mundo, y la de restauración se ha puesto a un nivel espectacular. Falta una buena oferta en el sector de convenciones, el turismo náutico fuera de temporada y el golf, que es fundamental. Y el tiempo de espera de los taxis y el sector de compras tiene que ser acorde con el público que viene ahora a la isla.

¿Ibiza está a la altura del turismo que viene actualmente?

En ocio nocturno, turismo náutico en temporada y el sector gastronómico, sin ser número uno, sí. Nos falta oferta de golf y shopping.

¿Y el futuro de Ibiza?

Soy optimista, me preocupa un poco el ruido que se genera, ahora hay un poco de ´turismofobia´. Esto puede hacer que nos carguemos un poco lo que hemos hecho, pero vivimos del turismo y tenemos que ser conscientes de eso. Hay que regular el turismo que no es de calidad y genera molestias. Lo veo bien, tenemos que intentar no estropearlo. Si hacemos un plan entre las autoridades y los grupos que están aquí para marcar líneas claras de actuación pienso que nos irá bien durante mucho tiempo.

¿Ha sentido la sombra de su padre?

La sombra de mi padre estará ahí de por vida, pero es un placer. Para mí es un orgullo ser su hijo. Soy consciente de lo que ha hecho en todas las facetas de su vida y la tenacidad con la que trabaja sólo la entiendes cuando estás cerca de él. Lo que ha conseguido es para mí un orgullo. Sólo quiero no decepcionarle, pero es una presión que me pongo yo. El nombre de mi padre no me ha perjudicado para nada, sólo he intentado hacerme un poco mejor para no decepcionar ese legado. Es como Cristiano Ronaldo, él no hubiera luchado como lo hace si no hubiese tenido un Messi al lado. Tampoco hubiera sido mejor si no hubiese tenido a mi padre al lado, ha sido toda una motivación y un empuje para no decepcionar a la familia.

¿Ha sentido vértigo a la hora de realizar inversiones para los cambios de sus empresas?

Le ha dado muchísimo más vértigo a mi padre que a mí. Las decisiones e inversiones que tomamos las realizamos después de considerarlas muchísimo. No tomamos decisiones a lo loco nunca, por lo que no me crean vértigo sino ilusión. Si acaso ansiedad por verlo acabado y funcionando como esperábamos, así afronto los proyectos, me exijo muchísimo, nunca he afrontado un proyecto con miedo, es que si no te la pegas seguro. Si mi padre nos ha metido la presión en el cuerpo es para que no vayan las cosas mal.

Al contrario que su padre, usted parece que huye de la política.

Es una profesión fundamental, preciosa y muy loable. Tiene un salario no siempre bien remunerado para dedicar tu trabajo a mejorar tu país, es lo más bonito de todo. Ahora en España es complicado ser político y empresario. Soy empresario y tengo bastante claro que ahora mismo se crean una serie de incompatibilidades que a nosotros en algunos casos nos han afectado. Pero esto no quiere decir que no admire a muchos políticos de diversos bandos.