Artesanía, 'ball pagès', coches y motos antiguas, juguetes tradicionales, encurtidos, dulces gallegos, frutas y verduras de la isla... Todo esto han encontrado hoy los centenares de personas que se han acercado al Puig de Missa de Santa Eulària, donde se ha celebrado, un año más, la Fira artesanal.

La feria comenzaba a las doce del mediodía, pero una hora antes los puestos ya estaban montados y las callecitas de la colina, llenas de gente. Personas mayores emocionadas al ver a las hilanderas, los artesanos del esparto y a las payesas cosiendo mantones, estampas que despertaban los recuerdos de su infancia. Niños correteando de puesto en puesto, masticando dulces y patatas a dos carrillos o alucinando frente a los ejemplares de porc negre, cans eivissencs y otras razas autóctonas. Turistas fotografiándolo todo con sus móviles. Los asistentes más osados se han atrevido, incluso, a practicar el 'tir amb bassetja'.

A partir de mediodía apenas se podía caminar por el Puig de Missa, completamente abarrotado, especialmente la plaza de la iglesia, donde multitud de asistentes se han arremolinado al escuchar los sones del ball pagès.