­Los 38,4 grados centígrados que se registraron ayer por la tarde en el aeropuerto de Ibiza suponen un máximo histórico en este mes de septiembre, según informó ayer la Agencia Estatal de Meteorología, que mide estos registros desde el año 1961. Esta temperatura supera a los 34,6 constatados en 1990.

Por su parte, en Formentera los termómetros alcanzaron ayer los 39 grados, la temperatura más alta de todo el archipiélago balear.

De esta manera, el caluroso comienzo de septiembre acaba de manera brusca con la tónica con la que se había desarrollado el mes de agosto en cuanto a temperaturas.

Y es que el de 2016 ha sido uno de los agostos más fríos de los últimos años, con una temperatura media un grado por debajo de lo habitual.

Las corrientes de aire y las ocasionales tormentas de verano descargaron numerosos litros de agua y provocaron notables descensos en las temperaturas.

Tras agosto, la primera semana de septiembre ha vuelto a presentar una notable subida de las temperaturas con respecto a los registros de otros años. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la previsión para este mes de septiembre lo coloca «por encima de la media de otros años», a la vez que vaticina un mes «muy seco».

A pesar de que se espera una semana de calor con temperaturas rondando los treinta grados, la agencia ha asegurado que desde el día de hoy y en lo que queda de semana no se esperan avisos o alertas por temperaturas extremas, algo que si había sucedido en los días anteriores.

En la jornada de ayer, tanto Balears como Cataluña y algunas otras comunidades estuvieron en alerta amarilla, una alarma que indica que no existe riesgo meteorológico real, pero que sí lo existe para «actividades concretas».

Además de esta leve bajada de las temperaturas prevista para los próximos días, la agencia también pronostica un mes de septiembre «eminentemente seco», aunque como aseguró ayer Miguel Gili, portavoz de la agencia de meteorología, «no es descartable» alguna tormenta aislada, algo habitual en esta época del año.