El Consell de Govern dio un espaldarazo casi definitivo en su sesión de ayer a la construcción del nuevo emisario de la depuradora de Vila, con salida en es Botafoc. El Ejecutivo acordó la «sustitución inmediata» de la tubería actual, que desemboca en la bahía de Talamanca y que ha sufrido numerosas roturas, con el consiguiente vertido de aguas residuales, durante los últimos años.

Para que la decisión sea efectiva se requiere, con carácter previo, la declaración de emergencia de la obra por parte de la Agencia Balear del Agua (Abaqua), que según el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, se podría acordar en un consejo de administración la próxima semana. En cambio, según la documentación aportada en el Consell de Govern, la declaración de emergencia se acordaría en la reunión de este órgano «prevista para el 28 de junio», el martes después de las elecciones generales.

En los informes de la conselleria de Medio Ambiente y de Salud que justifican la emergencia se prevén «más que probables roturas del emisario, con riesgo grave de afectar al medio marino y la salud pública». Además, se argumenta que este riesgo de rotura no se puede prevenir ya con intervenciones puntuales debido a la «obsolescencia del material original», de fibrocemento. Según el Govern, en la última década se han registrado 16 incidencias graves como roturas, en esta conducción, tres de ellas el año pasado.

Al actual emisario se le calculaba «una vida útil de 25 años y ya lleva 31» en servicio, recuerda el Ejecutivo. Y a ese deterioro se añade que está en una zona con una presión «intensa» por los fondeos en la bahía. De hecho, el año pasado se retiraron «unas 1.400 embarcaciones» del entorno del emisario.

En base a esta «necesidad imperiosa» de sustituir la conducción, los técnicos del Govern justifican el uso del «mecanismo excepcional de la declaración de emergencia». La tramitación ordinaria del proyecto podría tardar «entre ocho y diez años» en completarse, y la mitad si se sigue con el trámite urgente.

Un mes para empezar

Cumplimentado el trámite, la Administración dispondrá de un plazo de 30 días para adjudicar la construcción, con un plazo de ejecución previsto de entre nueve meses y un año, según las estimaciones del Govern. El presupuesto rondará los cinco millones de euros, explicó Vidal en una comparecencia tras el Consell de Govern junto a consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Pilar Costa.

Este nuevo emisario será de dos kilómetros de longitud, medio más que el actual. Sus 1.069 metros de tramo terrestre arrancan en la avenida 8 d´Agost, con otros 850 metros de conducción submarina a partir de s´Illa Grossa.

Parte de la nueva conducción estará soterrada en el fondo marino mientras que otros 542 metros de tubería estarán apoyados sobre el lecho y lastrados para evitar su desplazamiento. A continuación están previsto dos tramos de difusores de 106 metros en total formando una ´y,´ para la descarga del emisario. Esta solución permite dispersar el vertido de las aguas depuradas -cuya calidad es muy baja en la obsoleta planta de Vila- con menor impacto que el actual desagüe, concentrado al final del emisario.

La nueva conducción será de 800 milímetros de diámetro, frente a los 600 de la vieja, con lo que podrá soportar un caudal de 4.000 metros cúbicos a la hora frente a los entre 500 y 2.000 metros cúbicos que puede soportar el sumidero actual. El viejo emisario se hizo con fibrocemento, que en 30 años de servicio se halla muy deteriorado y sufre constantes roturas. El nuevo se hará con polietileno, mucho más resistente a la corrosión de las aguas residuales y a la erosión marina. También transitará a mayor profundidad, 23 metros por debajo del nivel del mar frente a los ocho metros del actual, aunque verterá a una cota similar (-40 metros, tres más que el emisario de Talamanca).

Obras en verano

El alcalde, Rafa Ruiz, explicó tras conocer la noticia que, al haberse considerado «que reúne los requisitos» para declarar la emergencia de la obra, se comenzarán tan pronto como se formalice la adjudicación: «Como máximo un mes después de la declaración de emergencia por la Abaqua». Ello quiere decir que los trabajos comenzarán en plena temporada alta, aunque Ruiz cree que «es una obra tan deseada que creo que compensará las posibles molestias».

Aunque los hoteleros y vecinos de la zona «entienden» también la importancia de comenzar a trabajar cuanto antes, desde el Ayuntamiento se tratará de que los trastornos sean «los mínimos». El alcalde argumentó también que, con una duración estimada hasta de un año, si no se hubiera afectado la presente campaña turística, «habría sido la del año que viene».

Los vecinos, contentos

La noticia fue calificada ayer como «fantástica» por el presidente de los vecinos de Talamanca, José Colomar, quien destacó la implicación «de todos los partidos políticos, con independencia de su color», en solucionar un problema con el que luchan desde hace ocho años. Colomar amplió sus agradecimientos a la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Pilar Costa, quien aseguró se ha «preocupado mucho» por esta cuestión, y al alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quien le llamó ayer por la mañana para comunicarle en persona el acuerdo del Consell de Govern.

Colomar pidió «paciencia» a los empresarios de la zona con las obras, que podrían ejecutarse en plena temporada, y recordó que las continuas roturas del emisario estaban afectando a una playa «en auge con un turismo familiar y residencial muy tranquilo». «Los empresarios han invertido mucho y en Talamanca hemos desestacionalizado antes que nadie», destacó al respecto.

El presidente de los vecinos, que anuncia para la próxima semana una reunión extraordinaria de la junta, recordó que los vertidos estaban afectando a «la imagen de toda la isla e incluso a la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad».