Alrededor de 500 personas se manifestaron ayer por la tarde por las principales calles de Vila para protestar por el sacrificio, por parte de la conselleria balear de Medio Ambiente, de las cerca de 50 cabras que habitaban es Vedrà. Entre el público, que formaba un grupo muy heterogéneo, había numerosos josepins, especialmente de es Cubells, algunos de los cuales, unos 50, llegaron a la cita en los dos autobuses que los vedraners pusieron a disposición de los vecinos de Sant Josep.

Muchos de estos vecinos eran personas mayores, «hijos y nietos de pescadores», como el caso de Pepita, que clamó contra «los mallorquines» que «vinieron a es Vedrà a matar las cabras y pisar a los ibicencos». Junto a ellas estaban algunos de los vedraners, los propietarios del islote, entre ellos, Pep, de más de 80 años, que prefirió dejar hablar a sus vecinos. «Cuando éramos pequeñas mi madre nos advertía de que si no nos portábamos bien vendría el lobo, pero ahora vamos a tener que decir que vienen los mallorquines [de Medio Ambiente]», dijo María, de es Cubells, muy en serio.

El grueso de la manifestación lo integraban miembros o simpatizantes de los colectivos defensores de los derechos de los animales, muchos de los cuales vestían de rojo, tal y como pidieron los organizadores, que fueron los colectivos Partido Animalista Pacma, Basta Ya, DUO, Renace Natura, Assaib, Ibiza4Patas, Santuario Mojis, Santuario Mapache, Animales Especiales de Ibiza, Fundación Animales Abandonados de Ibiza, Care4Cats y Can Horse.

La cita fue a las cuatro de la tarde en la estación marítima de Formentera. Los primeros en llegar, una media hora antes, fueron los vecinos de Sant Josep. Poco a poco fueron apareciendo el resto de los manifestantes y se fueron desplegando las pancartas: «Ibiza ni olvida ni perdona, indignación por la matanza de es Vedrà», «Dimisión de todos los culpables de la matanza», «Cárcel ya para todos los asesinos y maltratadores de animales», «Político que no vale, de vuelta a los corrales»...

Lectura del manifiesto

El grupo comenzó la marcha a un paso inusualmente rápido para una manifestación que se mantuvo durante todo el recorrido. La manifestación salió de la estación marítima y continuó por las avenidas Bartomeu Roselló e Ignasi Wallis para después girar hacia la avenida de España por la calle Balears hasta llegar a la sede del Consell de Ibiza, donde se leyó un manifiesto.

El grupo gritaba insistentemente «¡Dimisión!» y también cantaba eslóganes como «No les disteis opción, las matasteis a traición» o «Siguen matando, seguimos protestando».

El manifiesto lo leyó Carmen Sentí, de la Associació Animalista de Illes Balears (Assaib). El texto incidió en que las cabras deberían haber sido retiradas del islote con vida: «Creemos que había soluciones para sacarlas vivas y para mantenerlas en cuarentena y que se tomó una decisión equivocada, por rápida y agresiva, y sin la elaboración de un informe exhaustivo y contrastado, valorando diferentes opiniones, sensibilidades y soluciones que se podrían haber planteado».

Sentí hizo referencia a las más de 18.000 firmas que el viernes presentó el Partido Animalista Pacma en las oficinas palmesanas de la conselleria balear de Medio Ambiente en las que se pide la dimisión de la directora general de Biodiversidad del Govern balear, Caterina Amengual, y del conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad. En el manifiesto se solicitó que ambos «reconozcan que se han equivocado, pidan disculpas y que dejen su cargos».

Sentí leyó también una serie de preguntas a las que, según dijo, «nadie ha respondido»: «Qué otras opciones se valoraron, ¿dónde están recogidas?, ¿por qué no se mantuvo un diálogo con asociaciones animalistas de la isla?, ¿por qué no se pudo pactar una solución con los propietarios?, ¿cuánto ha costado la masacre?, ¿cuánto dinero público se ha invertido?, ¿hay documentación gráfica?, ¿tan difícil era tener sensibilidad y diálogo?». También pidieron a «los políticos que ocupan sus cargos en Medio Ambiente que cambien los sistemas de control poblacional actuales, basados en el exterminio, muerte y sufrimiento actuales, por otros más éticos como la esterilización».

Tras la lectura frente a la sede del Consell, que estaba cerrada, el grupo continuó la marcha hasta Vara de Rey, donde se repitió la lectura del texto y la manifestación acabó por disolverse. En total, la protesta duró menos de una hora.

Los organizadores habían pedido a los manifestantes que no llevaran animales a la marcha, y la petición fue respetada, pero ya en Vara de Rey, cuando el público comenzó a marcharse, llegó una mujer con un cabrito de cuatro meses llamado Lalo, al que dio leche en un biberón y con el que se hicieron fotos algunos de los manifestantes. Pese a las protestas que el sacrificio de las cabras ha levantado en algunos partidos, a la manifestación apenas acudieron políticos. Sí participaron el exconseller insular Josep Marí Tur Botja (PP), el exconcejal de Sant Antoni José Ramón Serra Pilot y los concejales de la oposición de Sant Josep Serafín Grivé (PP) y Vicent Torres (Alternativa Insular). «Nosotros hemos pedido que se investigue este asunto por si se ha incumplido la norma sanitaria, porque eso es algo que nos preocupa mucho», dijo Torres. Por su parte, una de las convocantes de la manifestación reveló durante la marcha que Facebook ha cancelado temporalmente varias cuentas de personas que habían realizado comentarios y habían publicado imágenes contra el sacrificio de las cabras porque, según dijo, los responsables de esta red social no los consideran adecuados. En el dispositivo de seguridad de la manifestación participaron varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y siete agentes locales. El Ayuntamiento de Ibiza calculó que en la manifestación participaron unas 500 personas.