­Las obras de la red viaria pitiusa no dejan de arrojar luz sobre el pasado de la isla con nuevos hallazgos arqueológicos. El último caso se dio a conocer ayer mismo y se halla a pocos metros del conocido como cruce de los Cazadores, al inicio de la carretera de Sant Joan. Se trata de una estancia bastante bien conservada y que pudo formar parte de una industria alfarera de época del bajo imperio romano (siglo I d. C.).

Los técnicos estudiarán durante las próximas semanas la extensión de este yacimiento para conocer su relevancia con vistas a cualquier decisión que se pueda tomar sobre su futuro. Lo que ha aparecido por el momento es una habitación de 32 metros cuadrados delimitada por muros de losas de gran tamaño y un tramo de escalera que indica que se debía tratar de un espacio «semisoterrado», según apuntó sobre el terreno el conseller de Patrimonio, David Ribas, ayer en una visita a las obras para dar a conocer el hallazgo.

El jefe del servicio de arqueología del Consell, Joan Ramon, comentó que «no todos los días se hallan yacimientos de esta potencia» y destacó que el fragmento de escalinata, de cinco peldaños, es uno de los tres que se han encontrado de tanta antigüedad en el conjunto de las Pitiusas junto con uno hallado en Dalt Vila y otro en el yacimiento de es Cap des Llibrell.

La estancia se halla a una decena de metros de la calzada actual, en la curva cuyo trazado se inicia en el puente sobre el río, y está dispuesta en paralelo a este. Por la configuración del terreno y la presencia de una gran roca en un extremo del hallazgo, Ribas explicó que se ha considerado que cualquier edificación se debía extender hacia el trazado actual de la carretera. Por eso los arqueólogos centrarán en esa zona el sondeo superficial para tratar de hallar el resto de áreas de producción. Este tipo de industria requería una fuente cercana de agua, leña y arcilla, recursos disponibles en las inmediaciones.

El suelo presenta evidencias de haber estado «sometido al fuego», por lo que se cree que la sala se pudo dedicar al secado o el decantado de las piezas. Cuando la factoría entró en desuso, esta se rellenó de material cerámico fragmentado, del que se han recuperado «70 cajas aún por estudiar», dijo Ribas a EFE, básicamente ánforas ebusitanas similares a las de otros yacimientos. Precisamente, añadió, el buen estado de los restos se puede explicar porque se usó como vertedero.

Se cumplen los plazos

El estudio de los restos no interferirá con las ampliación de la carretera, ya que el tramo afectado es el último en el que se trabajará. La consellera de Movilidad, Pepa Marí, apuntó que ello da opción a acometer cambios en el trazado -que inicialmente debía discurrir por encima de la estancia hallada- si así se considera por la relevancia del yacimiento. Si ello supusiera más tiempo del previsto, incluso se podría mantener operativo el primer tramo de la carretera mientras se estudian los cambios.

El presidente del Consell, Vicent Torres explicó también durante la visita que los trabajos están cumpliendo los plazos y la previsión es de terminar la ampliación de la carretera «a finales de junio». También anunció que a partir del próximo lunes, 25 de enero, se cortará parcialmente al tráfico el tramo de la carretera entre Sant Llorenç y el cruce con la de Sant Miquel durante tres meses.

En este periodo se mantendrá un carril abierto para permitir el paso de vecinos y clientes hasta los restaurantes concentrados en este tramo. Así, la consellera explicó que se «cumplirá el compromiso» de informar de qué negocios siguen abiertos y de que «el paso está garantizado para los clientes» de unos locales cuya actividad se quiere afectar «lo mínimo» desde el Consell, señaló Marí.